• Asignatura: Religión
  • Autor: tolozavalentina59
  • hace 2 años

¿Qué relación hay entre la paternidad humana y divina?​

Respuestas

Respuesta dada por: pierott
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Respuesta:

ExplicaciLA PATERNIDAD DE DIOS

Al abordar este tema nos hallamos en el corazón de nuestra fe. Nos

acercamos a la raíz de nuestra identidad cristiana. Invocar a Dios, como

Padre Nuestro, es a la vez ahondar en nuestra identidad de hijos. Escribe

San Cipriano: «El hombre nuevo, que ha renacido y vuelto a su Dios

por la gracia, dice primero: “¡Padre!”, porque ha sido hecho hijo»1

.

Karl Barth señala, como primera condición para el trabajo del teólogo, una indicación que podemos extender a todo creyente: la capacidad de admirar (el estupor: qaumavzein). Sólo así se preserva el misterio

del desgaste de lo rutinario. En un libro intitulado Sobre el Cristianismo,

Julián Marías observaba: «Se ha debilitado de manera increíble la conciencia de misterio, la admiración —en el grado sumo que se llama

adoración— por su grandeza, su bondad, su supremo valor». Y más

adelante indica: «Se ha evaporado lo que fue el torso de la fe cristiana:

la gratitud a Dios creador (...). Un paso más es el envaguecimiento de

la visión de Dios como Padre —núcleo esencial del cristianismo—, tal

vez arrastrada por el descrédito actual de lo que se llama “paternalismo”, que suele confundirse con la paternidad»2

. «Padre —escribe Charles Journet— es una palabra que todos los hombres conocen y que es

plena de misterio. Ya aquí abajo, la paternidad es un hermoso misterio

del orden natural. Mientras más grandeza y dignidad tiene un hombre,

más comprende lo que es haber sido elegido para dar la vida, conservarla y dirigirla. Esta paternidad no es más que una pobre cosa en

comparación con la paternidad divina»3

. Hemos, pues, de sumergirnos, movidos por el Espíritu, en el misterio.

1. S. CIPRIANO, De Dominica oratione, 9: PL 4,525A; en CEC, n. 2782.

2. Julián MARÍAS, Sobre el Cristianismo, p. 13.

3. Charles JOURNET, Notre Père qui es aux cieux, Edits. S. Ag., p. 30.

LA PATERNIDAD DIVINA

Y LA PATERNIDAD EN LA FAMILIA

CARD. ALFONSO LÓPEZ TRUJILLO

45-lópez-trujillo 23/2/09 08:30 Página 667

El misterio de la paternidad es no sólo la clave para comprender

nuestra última y profunda verdad, sino también para entrar en una

nueva relación con los demás y para introducirnos en el misterio de la

Familia de Dios, en la familia que es la Iglesia, y también en la dimensión de la Iglesia doméstica.

Quisiera primero hacer un rápido recorrido por algunos textos que

he reunido meditando, en este año dedicado a Dios Padre, para introducirnos luego en algunas consideraciones de tonalidad más pastoral,

en relación con la paternidad en la familia.

1.1. Dios Padre: Padre mío, Padre nuestro

¿En dónde hallamos la novedad de poder invocar a Dios como Padre? Es verdad que la invocación a Dios como Padre es conocida en

muchas religiones y que, como dice el Catecismo de la Iglesia Católica,

«la divinidad es con frecuencia considerada como “padre de los dioses

y de los hombres”»4

. Sin embargo, poder llamar con toda verdad a

Dios Nuestro Padre adquiere una absoluta novedad. Esta novedad es

subrayada por el Catecismo de la siguiente manera: «Jesús ha revelado

que Dios es “Padre” en un sentido nuevo»5

. En el Padre Nuestro nos

referimos a Dios en «una relación totalmente nueva con Dios»6

. Ya Romano Guardini, en su libro La Oración del Señor lo observaba. «Las religiones primitivas de todos los pueblos occidentales tienen un padre

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