• Asignatura: Religión
  • Autor: kristiansalcedo
  • hace 2 años

para el sostenimiento de la comunidad, o estaban más

capacitados para la administración interna. Por

ejemplo, uno de los postulantes era consumado

tejedor. Su trabajo reemplazó pronto al de la

manufactura de clavos como medio de mantener a los

hermanos.

Pero Marcelino estaba preocupado. La fuente de las

vocaciones parecía haberse secado. Llegó a

preguntarse si el Instituto y su misión tenían futuro.

Como de costumbre se encomendó a la Virgen María y

le trasladó el problema: “Ésta es tu obra; si quieres que

florezca, tendrás que darnos los medios para que así

sea”.

En marzo de aquel mismo año un joven solicitó ser

admitido en la comunidad. Pertenecía a una prestigiosa

familia, conocida por su posición y su religiosidad. El

joven había estado ya seis años con los hermanos de

La Salle de Saint-Chamond, pero finalmente le habían

devuelto a casa.

Después de tres días de prueba, Marcelino se negó a

admitirle en su congregación. El joven volvió a insistir:

“¿Me recibirá si le traigo media docena de buenos

candidatos?” Persuadido de que sólo un milagro podría

producir ese resultado, el sacerdote aceptó la

propuesta.

Dos semanas más tarde volvió el individuo por La Valla

acompañado de ocho muchachos. Marcelino se quedó

estupefacto, sin lugar a dudas. Aunque algunos del grupo le causaron buena impresión, decidió no aceptar a nadie. ¿Por

qué? Una razón era que sabía muy poco de ellos; otra, que no había sitio suficiente en la casa para alojarlos.

No obstante, los recién llegados, que también estaban gratamente impresionados con el fundador, le suplicaron una y

otra vez que les dejara quedarse. Marcelino reunió a los hermanos más veteranos de la comunidad y les pidió consejo.

Éstos, conscientes de que el Padre Champagnat veía la mano de la Providencia en la llegada inesperada de aquel

grupo, le aconsejaron que los admitiera, pero también le recomendaron que les sometiera a pruebas especiales para

confirmar su vocación.

Quince días después, el líder del grupo se marchaba; otros cinco le seguirían posteriormente. De los tres que quedaron,

dos fueron Maristas hasta el final: el hermano Hilarión y el hermano Juan Bautista, que con el tiempo sería asistente del

Superior general y primer biógrafo de Marcelino.


Semana

12


EDUCACIÓN RELIGIOSA


UN HOGAR, UNA MADRE, MARÍA


La historia tiene otro final feliz añadido. Los ocho muchachos habían sido reclutados en la región del Alto Loira, una zona

que – hasta entonces – no estaba en los pensamientos del fundador como cantera de vocaciones. Pronto envió allá a un

promotor para sondear el ambiente. Al cabo de seis meses, más de veinte postulantes procedentes de aquella región

habían ingresado en el grupo.

Durante los años siguientes, Marcelino repetiría una y otra vez que había sido Nuestra Señora del Puy la que se los

había enviado.


¿Cómo tomaba Marcelino las decisiones?

esta es la pregunta y hay esta el texto por favor ayudame


kristiansalcedo: a ca esta 2 preguntas mas por favor ayuda les dare gracias¡¡ corona¡¡ y 5 estrellas¡ pero q este bien por favor
kristiansalcedo: B ¿Por qué confiaría a María sus preocupaciones y dificultades?
kristiansalcedo: C. ¿De qué manera se le hace presente a Marcelino la presencia de la Buena Madre?

Respuestas

Respuesta dada por: cruzgiovanni936401
1

Respuesta:

no entendí perdón amigo xd

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