Respuestas
Respuesta:
Las wangulén permanecen en relación estrechamente con la gente mapuche; debido a que una de ellas habría sido escogida como la dama del primer hombre mapuche. Por esto, por igual la dama mapuche como conclusión de su historia terrenal puede conseguir transformarse en una wangulén; si en vida siguió las tradiciones y leyes del admapu, y tuvo una gigantesca descendencia que la recuerde y que honre su memoria.
Por medio de las wangulén y los pillanes, no existe una división neta entre el espíritu divino y los seres vivos; no sólo ya que los segundos fueron en sus inicios engendrados por los primeros, sino ya que además tienen la posibilidad de ellos mismo transformarse en wangulén o pillán.
Entre las wangulén, éstas tienen la posibilidad de dividir en:
Wangulén de antepasados, correspondientes a los espíritus de los antepasados humanos femeninos de los mapuches, que lograron convertirse en wangulén.
Leyenda
Los mapuches cuentan en sus leyendas distintas historias de las wangulén, y muchas variaciones de estas historias, que tienen la posibilidad de recopilar y juntar en:
Las wangulén y el castigo de Antu
En ese sitio desde el Pu-am que despertó, se originaron los espíritus viejos y entre ellos aparecieron las primeras Wangulén, para ser las esposas de los primeros pillanes.
Al verlas a cada una de, sabiamente Antu se tomó la decisión de por la wangulén llamada Kuyén; la más preciosa entre cada una de ellas.
Después de que Antu castigara primeramente a los pillanes, al querer Antu castigar a las wangulén vencidas en las dos peleas, estas se pusieron a llorar y a implorar su perdón, y lloraron tanto, que sus lágrimas alcanzaron el mapu (tierra) y comenzaron a deslizarse por las montañas, hasta reunirse en enormes lagos; y las lágrimas que cayeron en las cumbres más altas de las montañas fueron transformadas por el gélido en nieves y en hielos eternos. De esta forma, las wangulén siguieron suplicando el perdón de Antu, y fueron tantas sus lágrimas, que lograron conseguir los fronteras occidentales del mapu y ahí formaron un lago tan enorme que no posee fin (el océano). Era tan enorme la rabia de Antu, que quería que su castigo fuera por igual enorme; no obstante, finalmente escuchó el arrepentimiento de las wangulén, y decidió no castigarlas terriblemente.
Explicación: