Hacía dos semanas que estaba yo en Londres, y una
noche recibi cartas de la familia. Rompi con mano
temblorosa el paquete, cerrado con el sello de mi padre.
Había una carta de Maria Antes de desdoblarla, busqué
en ella aquel perfume demasiado conocido para mí de
la mano que la había escrito: aún lo conservaba, en sus
pliegues iba un pedacito de cáliz de azucena. Mis ojos
nublados quisieron inutilmente leer las primeras líneas.
Abrí uno de los balcones de mi cuarto, porque parecia
no serme suficiente el aire que había en el Rosales
del huerto de mis amores! ... montañas americanas,
montañas mías! ... Inoches azules! La inmensa ciudad
rumorosa aún y medio embozada en su ropaje de humo,
semejaba dormir bajo los densos cortinajes de un cielo
plomizo. Una ráfaga de viento azotó mi rostro
penetrando en la habitación. Aterrado junté las hojas
del balcón; y solo con mi dolor, al menos solo, lloré largo
tiempo rodeado de oscuridad.
Imagen 2. Maria. Fuente: El Pais Cali.
He aquí algunos de los fragmentos de la carta de María:
"Mientras están de sobremesa en el comedor, después de la cena, me he venido a tu cuarto para escribirte.
Aquí es donde puedo llorar sin que nadie venga a consolarme; aquí donde me figuro que puedo verte y hablar
contigo. Todo está como lo dejaste, porque mamá y yo hemos querido que esté así: las últimas flores que puse
en tu mesa han ido cayendo marchitas ya al fondo del florero, ya no se ve una sola; los asientos en los mismos
sitios; los libros como estaban y abierto sobre la mesa el último en que leíste; tu traje de caza, donde lo colgaste
al volver de la montaña la última vez; el almanaque del estante mostrando siempre ese 30 de enero, jay, tan
temido, tan espantoso, y ya pasado! Ahora mismo las ramas florecidas de los rosales de tu ventana entran como
a buscarte y tiemblan al abrazarlas yo diciéndoles que volverás".
"¿Dónde estarás? ¿Qué harás en este momento? De nada me sirve el haberte exigido tantas veces me
mostraras en el mapa cómo ibas a hacer el viaje, porque no puedo figurarme nada. Me da miedo pensar en ese
mar que todos admiran, y para mi tormento, te veo siempre en medio de él. Pero después de tu llegada a
Londres vas a contármelo todo: me dirás como es el paisaje que rodea la casa en que vives; me describirás
minuciosamente tu habitación, sus muebles, sus adornos; me dirás qué haces todos los días, como pasas las
noches, a qué horas estudias, en cuáles descansas, como son tus paseos, y en qué ratos piensas más en tu
María. Vuélveme a decir qué horas de aqui corresponden a las de allá, pues se me ha olvidado".
"José y su familia han venido tres veces desde que te fuiste. Tránsito y Lucía no te nombran sin que se les
llenen los ojos de lágrimas; y son tan dulces y cariñosas conmigo, tan finas si me hablan de ti, que apenas es
creíble. Ellas me han preguntado si a dónde estás tú, llegan cartas que se te escriban, y alegres al saber que si,
me han encargado que te diga a su nombre mil cosas".
"Ni Mayo te olvida. Al día siguiente de tu marcha recorría desesperado la casa y el huerto buscándote. Se fue
a la montaña, y cuando volvió, se puso a aullar sentado en el cerrito de la subida. Lo vi después acostado a la
puerta de tu cuarto: se la abrí, y entró lleno de gusto; pero no encontrándote después de haber husmeado por
todas partes, se me acercó otra vez triste, y parecía preguntarme por ti con los ojos, a los que sólo les faltaba
llorar; y al nombrarte yo, levantó la cabeza como si fuera a verte entrar. ¡Pobre! Se figura que te escondes de
él como lo hacías algunas veces para impacientarlo, y entra a todos los cuartos andando paso a paso y sin hacer
el menor ruido, esperando sorprenderte".
"Anoche no concluí esta carta porque mamá y Emma vinieron a buscarme; ellas creen que me hace daño estar
aquí, cuando si me impidieran estar en tu cuarto, no sé qué haría".
"Juan se despertó esta mañana preguntándome si habías vuelto, porque dormida me oye nombrarte".
"Nuestra mata de azucenas ha dado la primera, y dentro de esta carta va un pedacito. ¿No es verdad que
estás seguro de que nunca dejará de florecer? Asi necesito creer, así creo que la de rosas dará las más lindas
del jardín" (capítulo 54),
Actividad 4
Cuestionario.
1. ¿Qué buscó Efraín en la carta de amor que le escribió María?
2.¿Qué recuerda Efraín de aquella tierra?
3.¿cómo describe María el cuarto?
4. según la carta, ¿dónde estaba Efraín?
5.¿Qué opinas de la carta?
Respuestas
Respuesta dada por:
2
Respuesta:
Hola eso lo podes consultar en Google instalela
yulibethlara14:
jajajajajaj
Respuesta dada por:
2
Respuesta:
les go
Explicación:
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