Respuestas
1. Estructura. La primera recomendación sería seguir la estructura de la narración. Los elementos básicos que hacen que la historia funcione: un comienzo o presentación en el que aparecen los personajes, un conflicto o nudo, y un desenlace que normalmente producirá un cambio o transformación.
2. Héroe. Es necesario que la historia contenga al menos un personaje con quien la audiencia se pueda identificar o que despierte su interés, el héroe.
Habitualmente, mostrar una debilidad del personaje lo hace más memorable y atractivo, pues nos resulta más cercano y creíble.
3. Conflicto. Además, necesitas un conflicto, que despertará la atención y el deseo de continuar escuchando. La felicidad en las historias no interesa. De hecho, precisamente, el “y vivieron felices para siempre” en los cuentos indica que la historia termina.
4. Conexión. Es fundamental que la historia sea relevante para el público, ¿pero cómo conseguirlo? El conflicto ha de generar un interrogante en el receptor. Las preguntas fuertes y significativas para tu público llevan a un mayor vínculo, mientras una pregunta o conflicto débil para ellos les hará desconectar.
El conflicto tiene que ver con las dificultades que encuentran los personajes. ¿Contra qué o por qué luchan? ¿Qué injusticia combaten? ¿Ante qué paradoja o contradicción se encuentran? ¿Qué debilidad personal tienen que superar? La historia conectará más si esa pregunta o conflicto tiene que ver con las necesidades y los valores de tu público.
5. Autenticidad. Aporta tu punto de vista diferente, sin olvidarte de mostrar la parte humana de la historia, que la hará más cercana y real.
La honestidad y la autenticidad son una prioridad hoy, en estos tiempos en que la publicidad lo invade todo. Ser sinceros significa mucho y genera confianza.