Respuestas
Respuesta dada por:
0
Respuesta:
Un día como tantos en la sabana, un gran elefante dormía la siesta. Unos ratoncitos jugaban a las escondidas a su alrededor, y a uno de ellos, que siempre perdía porque sus amigos lo encontraban enseguida, se le ocurrió esconderse en las orejas del elefante.
Respuesta dada por:
0
El ratoncito se puso a roer las cuerdas y después de un rato, logró liberarlo. El elefante le quedó sinceramente agradecido, y nunca más volvió a juzgar a nadie por las apariencias. Nunca hay que juzgar a nadie por su apariencia, sin conocerla
Adjuntos:
Preguntas similares
hace 2 años
hace 2 años
hace 5 años
hace 5 años
hace 5 años
hace 7 años