Respuestas
Respuesta:
no son iguales
Explicación:
porque sí
Respuesta:
Introducción: la Neumonía Tuberculosa es una forma infrecuente y grave de presentación de la tuberculosis pulmonar, cuyas características clínicas inducen al diagnóstico erróneo de Neumonía bacteriana, especialmente al diagnóstico de Neumonía neumoccócica
Explicación:
PRINCIPALES DIFERENCIAS ENTRE LA TUBERCULOSIS Y LA NEUMONÍA
Los casos de neumonía y tuberculosis pueden distinguirse a través de la evaluación cuidadosa de los signos y síntomas de las pruebas complementarias e historia epidemiológica.
Agentes etiológicos
Mientras que la neumonía puede ser causada por varias bacterias diferentes, además de los hongos o virus, la tuberculosis tiene un agente etiológico único, que es el Mycobacterium tuberculosis, una bacteria conocida como bacilo de Koch.
La neumonía bacteriana generalmente es causada por una bacteria llamada Streptococcus pneumoniae, pero infecciones producidas por Haemophilus influenzae, Mycoplasma pneumoniae, Chlamydophila pneumoniae, Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa y varias otras bacterias también son muy comunes.
Transmisión
Mientras que la tuberculosis es una enfermedad contagiosa que puede transmitirse a través de contacto y requiere el aislamiento del paciente durante unos días, la neumonía no pasa de una persona a otra, no es necesario quitar el paciente infectado de sus amigos y familiares.
La tuberculosis es una infección transmitida por el aire, principalmente a través de gotitas expulsadas durante la tos o mientras el paciente habla. Un contacto es necesario para la transmisión del bacilo. Miembros de la familia y personas que trabajan en el mismo entorno están en mayor riesgo de contagio.
La neumonía, por el contrario, es causada por la aspiración de bacterias normalmente presentes en la orofaringe. En situaciones normales, el sistema inmune de las vías respiratorias puede neutralizar las bacterias de la boca, manteniendo los pulmones libres de gérmenes. Sin embargo, por varios factores, como inmunidad reducida, tabaquismo, estrés, falta de sueño adecuado, la presencia de otras enfermedades, contacto con las bacterias más virulentas que habitual, etc., las defensas de las vías respiratorias pueden fallar y las bacterias invasoras pueden llevar al desarrollo de una infección pulmonar