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En la convicción que las Organizaciones de la Sociedad Civil (OCS) deben actuar en un nuevo clima de época caracterizado por la expectativa de alcanzar un desarrollo humanizado y eficiente, en un contexto de plena participación, entendemos al fortalecimiento institucional precisamente como el proceso destinado a dotar a las OSC de competencias requeridas para un efectivo desarrollo de las mismas”, fue la reflexión que realizó Elida Cecconi durante su exposición en el panel “Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OCS) y el desarrollo”.
Este panel se concretó este miércoles en la Estación Belgrano en el marco del XI Congreso Iberoamericano de Extensión Universitaria que organiza la UNL. También participó del panel Marcela Rodríguez, presidente de la Red de Encuentro de Entidades No gubernamentales para el Desarrollo (Argentina). El panel fue moderado por María Inés Peralta, secretaria de Extensión de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y presentado por el vicerrector de la UNL, Miguel Irigoyen.
Cecconi es coordinadora del Equipo Nacional Índice de Desarrollo de la Sociedad Civil, Grupo de Análisis y Desarrollo Institucional y Social (GADIS), Argentina. En su ponencia presentó una investigación de dos años de duración (2008-2011) que se realizó en argentina, y en 40 países más, para conocer las bases de la sociedad civil en los Estados.
La concreción de este trabajo derivó en la confección de un Índice de Desarrollo de la Sociedad Civil que “es un conocimiento para la acción, el fin es llegar a una agenda estratégica para la sociedad civil”, explicó Cecconi.
A raíz de este trabajo vislumbraron cinco dimensiones de análisis de las OSC. En primer lugar como “una cultura organizativa democrática, transparente y participativa, con órganos de conducción representativos; mecanismos de movilidad interna; instrumentos de resolución de conflicto; mecanismos participativos para la toma de decisión y ejercicio de la autogestión”, enumeró.
En segundo lugar en la capacidad de gestión de las OSC con sus “procedimientos administrativos standarizados; con políticas de recursos humanos y desarrollo de la base económico-financiera”, explicó.
Una tercera dimensión es la capacidad técnica que les permita alcanzar las metas propuestas. Estas pueden ser “la inclusión de mecanismos de planeamiento estratégico; el monitoreo, evaluación y medición de impacto; la sistematización del aprendizaje y la ampliación de la escala de actuación”, detalló Cecconi.
Como cuarto eje se puede nombrar al ”capital relacional y capacidad de articulación horizontal y con otros actores sociales, especialmente el Estado y el sector privado”. Finalmente, la quinta dimensión de análisis de las OCS es el medio ambiente propicio para su desarrollo.
Encuentro de ONGs
Por su parte, Rodríguez presentó las acciones que desde la red están llevando adelante en Argentina y en Latinoamérica.
La misión de la red es “contribuir a la construcción de un nuevo poder social en Argentina sobre bases democráticas y participativas”, explicó Rodríguez y aseguró que “una de las cuestiones en los últimos tiempos ha sido la debilitación de las organizaciones de la sociedad civil por parte de los diferentes gobiernos nacionales y locales”.
Por eso algunos de los objetivos de la red son “influir en las políticas públicas; fomentar la participación creciente de los sectores populares en los distintos ámbitos de poder local y nacional y construir alianzas para la optimización de acciones a favor de los pobres”, detalló la presidenta de la red.
Otros de los fines de la red es “fortalecer diferentes espacios de articulación; consolidar la identidad de las ONGs de desarrollo y promover la interacción, conocimiento, intercambio y asistencia recíproca entre las asociadas para mejorar el servicio de apoyo a los grupos sociales vulnerables”.
Para lograr estos objetivos desde la red se diseñaron varias estrategias de intervención entre las que Rodríguez destacó el “fortalecimiento de los vínculos con todas las redes de ONGs que apunten a al desarrollo equitativo y sustentable; la elaboración de diagnósticos y elaboración de propuestas que sean compartidas con las organizaciones del campo popular”. Además están en camino de mejorar la “articulación con redes de América Latina para el fortalecimiento institucional de las ONGs de desarrollo a nivel regional”.