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Al investigar sobre Lima, leer artículos, ver fotografías y planos de la ciudad, es posible captar en ella una esencia desordenada y excluyente. Grandes áreas en desuso y un centro histórico poco aprovechado, resultado de que Lima ha crecido de manera muy desorganizada, tal como dice Ortiz de Zevallos.
Llama la atención que una ciudad con la importancia histórica de Lima haya llegado hasta hoy con este gran problema. A continuación se conjugarán variados factores tanto de planificación como de hechos puntuales de su crecimiento urbano que llevarán a evaluar la posibilidad de que una razón del desorden urbano de Lima sea efecto de causas de tipo culturales profundamente arraigadas en el imaginario de sus habitantes desde su fundación.
En la conquista se fundó Lima como ciudad central, hoy las grandes vías de Lima pasan por el Centro Histórico de la ciudad, muchas veces sin necesidad. El transporte público es operado por varias empresas privadas distintas, que no funcionan de manera articulada. Lima está dividida en 42 distritos y un concejo Metropolitano. Muchas variantes como estas se presentan en Lima, sin una gestión unitaria que se haga cargo de su funcionamiento integral.
Se podría decir que la capital peruana padece de desorden crónico, lo que genera un ciclo vicioso, porque la falta de orden morfológico genera inestabilidad en las personas y con ello delincuencia y pobreza que a la vez generan desorden en su entorno.
¿Será que en Lima hace falta, desde su fundación una iniciativa fuerte de orden? O ¿Será que esa es la forma de habitar desde siempre en la capital peruana?
Antes de la conquista española, el territorio ubicado en el valle del Río Rímac (hoy Lima) estaba ocupado por la cultura Itchma “que se remontaba al 2.000 A.C.. Importantes conjuntos arquitectónicos, urbanos y una estructurada red de caminos y canales de regadío eran el testimonio del desarrollo cultural de los Itchma que serían sometidos por los incas en el siglo XIV.”1
Al fundar la ciudad, con su trazado de cuadrícula ortogonal, Pizarro reemplazó los edificios más importantes de esta cultura con los edificios principales como el Palacio del conquistador, la Iglesia mayor y la plaza entre otros. Hecho que junto a la cuadrícula era un símbolo de poder, orden y control impuesto por la Corona Española para de garantizar el orden en sus colonias. Generando así un foco de poder centralizado.
La ciudad se fundó al sur del Rímac, relegando a la población indígena y mestiza en la ribera norte. Aunque esta segregación regularmente se ha mirado como algo negativo, el aislamiento de los escenarios rurales e indígenas permitió la manifestación y expresión de la cultura en su proceso de transformación.2
A los pocos años de la fundación de Lima, los terrenos aledaños a los muros empezaron a mostrar nuevas forma de asentamiento orgánica, espontánea. Por un lado los indios nativos del lugar tuvieron que adaptar sus canales y vías para hacerlas calzar con la nueva ciudad, además de la construcción de sus propias aldeas. Por otro lado, dentro de la ciudad, tanto las elites como la Iglesia quisieron agrandar sus terrenos, unos hacia el río en forma de terrazas, y otros abriendo caminos, cerrando calles, y diversas operaciones que se llevaron a cabo, ya en el siglo XVIII, se hablaba de Lima como ejemplo de ciudad de alta densidad, insalubre, desordenada y con una población inmoral y de excesos. 3
Al ver el estado de desorden morfológico y moral de la ciudad, la corona española (Borbones) manda un proyecto modernizador de la ciudad para intentar volver al orden en términos físicos y políticos. Dicho plan amplía la visión de la ciudad hacia sus periferias y entornos, y regula la manera de habitar en términos de higiene y materiales.
Esto que sucedió en los inicios de la ciudad se dio durante toda su historia y hoy sigue siendo parte de la realidad Limeña. Sumado a lo que dice Cole, la ciudad tiene una expansión fuertemente condicionada por una geografía irregular. La combinación entre terrenos llanos y barreras geográficas configura el escenario que da sentido a la forma de Lima.” 4
Como dice Ortíz Zevallos, el gran problema de este crecimiento desordenado es que no homogeneiza, sino que polariza. Por un lado está la ciudad formal que se vuelve más formal pero por otro, hay una ciudad masiva, mayoritaria, que ocurre como quiere y donde quiere, y que se ha ido amontonando.
Hoy Lima sigue creciendo prácticamente en su totalidad en manos de privados, con intervenciones poco reguladas y desvinculadas entre sí. Una ciudad donde el espacio público es relegado a un segundo plano, haciendo muy difícil un cambio social. Y como el “tejido social y tejido espacial son dos realidades que se corresponden mutuamente. Así como el hombre transforma su medio ambiente para luego ser transformado por éste, la ciudad expresa en términos físicos a la sociedad que la produce.”5
Explicación:
dame coronita :3