Para subir una escalera
Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea
quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón.
Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y más adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquier otra combinación produciría formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo,
envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón.
“Cualquier otra combinación produciría formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.”
Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se la hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en este descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombres entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no
levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera (…).
El texto tiene una intención humorística. ¿Cómo lo consigue el autor?
¿Por qué la cabeza ha de estar erguida pero “no tanto”?:
a) Porque se necesita ver el final de la escalera.
b) Porque, si no lo haces, te puedes caer.
c) Porque es una postura muy elegante.
d) Porque se evita el dolor del cuello.
El texto se puede dividir en dos partes: definición de la escalera e instrucciones para subirla. ¿Qué párrafos corresponden a cada una de esas partes?
¿Cuál crees que es la intención última del autor? Elige la opción correcta
a) Burlarse de la cantidad de instrucciones complicadas, y a menudo absurdas, con las que nos enfrentamos muchas veces.
b) Ofrecer unas instrucciones detalladas para alguien que no haya visto nunca una escalera.
c) Criticar las escaleras mecánicas y comentar las ventajas de las escaleras manuales.
d) Otra que tú consideres más adecuada.
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