Respuestas
Respuesta:
Introducción al sistema respiratorio
La respiración es el intercambio de gases entre las células del organismo y el ambiente. En el metabolismo se toma oxígeno del ambiente y se expulsa dióxido de carbono. El proceso final por el que la mayor parte de los animales obtienen su O2 y pierden CO2 es la difusión, en donde hay un movimiento de moléculas siguiendo gradientes de concentración. Sin embargo este tipo de transporte es muy lento para distancias grandes, por lo que se necesita un sistema de transporte rápido para mover con eficacia los gases entre los tejidos y el exterior: disponemos de un sistema respiratorio especializado, en unión de un sistema circulatorio.
El sistema respiratorio de la especie humana consta de a) un sistema de
conducción (conductos aéreos) y b) una interfase, en donde se produce el
intercambio de gases, atmósfera/sangre. Está formado por los pulmones, en los cuales el movimiento de los gases tiene lugar gracias a la acción de fuelle de las paredes del tórax y diafragma, que crea una presión negativa que atrae aire a su interior. Debido a que el volumen de gases que necesitamos intercambiar es muy grande, los pulmones tienen una gran superficie interna (unos 160 m2 de superficie de difusión), que se consigue gracias a la existencia de millones de pequeños espacios aéreos: los alvéolos.
El aire se filtra a través de los pelos de la nariz, que retienen las grandes partículas de polvo, y se humedece y calienta en la mucosa nasal y en la faringe, de modo que cuando alcanza la tráquea está saturado de vapor de agua y a la temperatura del organismo. La tráquea se divide en las ramas derecha e izquierda y continúa ramificándose en bronquios cada vez más pequeños, hasta llegar a los bronquiolos terminales, que conducen a los alvéolos. Los alvéolos son estructuras de pared fina revestidos por los capilares pulmonares, tienen un diámetro de 100-300 µm y en ellos tiene lugar el intercambio entre O2 y CO2. Los gases tienen que atravesar varios tipos de tejido: 1) endotelio capilar; 2) células epiteliales denominadas neumocitos. Los neumocitos de tipo II secretan surfactante, una lipoproteína que estabiliza los alvéolos (es tensioactivo: reduce la tensión superficial) e impide que se colapsen; y 3) una membrana basal de tejido conjuntivo.
El flujo sanguíneo es de unos 5 l/min en reposo y unos 20-30 l/min durante el ejercicio. Por su parte, el flujo de aire es de unos 4 l/min en reposo y de unos 100 l/min durante el ejercicio.
La sangre llega a los pulmones para oxigenarse a través de la circulación
pulmonar. El ventrículo derecho bombea la sangre a través de la arteria pulmonar hasta los pulmones, en donde se producen ramificaciones que dan lugar, en los alvéolos, a los capilares pulmonares. La principal diferencia entre la circulación pulmonar y la sistémica es que se trata de un sistema de baja presión, con una presión sistólica/diastólica de 25/10 mmHg