Respuestas
Respuesta:
1. Retira todas las prendas o restos de la herida. No quites objetos grandes o que estén incrustados profundamente. No explores la herida ni intentes limpiarla aún. Tu primera tarea es detener el sangrado. Usa guantes de protección desechables si puedes conseguirlos.
2. Detén el sangrado. Coloca una venda estéril o un paño limpio sobre la herida. Presiona la venda con firmeza con la palma de la mano para controlar el sangrado. Aplica presión constante hasta que el sangrado se detenga. Mantén la presión sujetando bien la herida con una venda gruesa o con un trozo de paño limpio. No ejerzas presión directa sobre una lesión ocular o un objeto incrustado.
Asegura la venda con cinta adhesiva o continúa manteniendo la presión con las manos. Si es posible, levanta la extremidad lesionada por encima del nivel del corazón.
3. Ayuda a la persona lesionada a recostarse. Si es posible, coloca a la persona sobre una alfombra o una manta para evitar la pérdida de calor corporal. Tranquiliza a la persona lesionada.
4. No le quites la gasa o la venda. Si el sangrado se filtra a través de la gasa o de otro paño sobre la herida, agrega otra venda por encima. Y continúa presionando con firmeza sobre la zona.
5. Torniquetes: Un torniquete es eficaz para controlar el sangrado potencialmente mortal de una de las extremidades. Aplica un torniquete si estás capacitado para hacerlo. Cuando llegue la ayuda de emergencia, explícales durante cuánto tiempo estuvo colocado el torniquete.
6. Inmoviliza la parte del cuerpo lesionada en la mayor medida posible. Deja las vendas colocadas y traslada a la persona lesionada a una sala de emergencias lo antes posible.