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Respuesta:
Si quienes traen esas mercancías cumplieran todos los requisitos, sería mayor el recaudo de impuestos por parte del Estado.
Pero no son solo los impuestos sobre esos productos los que nunca se pagan. El Estado tampoco recibe los de las empresas que ven reducidos sus ingresos por la competencia desleal, o los de las personas que pierden su empleo por causa del contrabando y se ven obligados a reducir sus gastos.
El menor recaudo se extiende a otro tipo de tributos. No se pagan el impuesto a las ventas ni al consumo. O el impuesto a los licores y los cigarrillos, que es el principal renglón de los ingresos tributarios de los departamentos, y representa una buena porción de los recursos para el sistema de salud nacional y territorial.
El Estado pierde también lo que le corresponde por impuestos de renta y ganancias ocasionales, simplemente porque las personas que llevan a cabo estas operaciones lo hacen por fuera del control y supervisión del mercado.
No es solo un problema colombiano. Cada año Latinoamérica pierde entre 0,9% y 2% de su producto interno bruto (PIB) por culpa del contrabando. La situación se refleja en las políticas de salud pública y el recaudo de impuestos en los países de la región.
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