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Respuesta:
Un día, un pobre hombre que sólo tenía un pedazo de pan para comer, caminaba frente a un restaurante. Había un gran plato de sopa en la mesa. El pobre hombre sostuvo su pan sobre la sopa, así el vapor de la sopa entraba en el pan, y le daba un buen olor. Luego se comió el pan.
El dueño del restaurante estaba muy enojado por esto, y le pidió dinero al hombre por el vapor de la sopa. El pobre hombre no tenía dinero, así que el dueño del restaurante lo llevó ante Nasreddin, que era un juez en ese momento. Nasreddin pensó sobre el caso por un momento.
Entonces sacó un poco de dinero de su bolsillo. Sostuvo las monedas al lado de la oreja del dueño y las sacudió, así hacían un sonido tintineante.
-¿Qué fue eso? -preguntó el dueño del restaurante.
-Eso fue tu pago -respondió Nasreddin.
-¿A qué te refieres? ¡Eso fue sólo el sonido de monedas! -protestó el dueño del restaurante.
No sé si continúa o no, pero hasta ahí es donde puedo ver.