Respuestas
Respuesta:
El 5 de febrero de 1982 el presidente Lopez Portillo salió en cadena nacional a declarar:
“Defenderé el peso como perro”.
Seguramente los lectores que nacieron después de ese año creerán que es broma. Pero la cita es fácil de encontrar en internet. Lo más increíble del caso es que mucha gente decidió tomar sus precauciones, moviendo sus ahorros a las cuentas en dólares que en aquellos años ofrecían los bancos mexicanos.
Porque resulta que otra curiosidad de aquellos tiempos es que podías entrar a una sucursal de Banamex, Bancomer o cualquier otro de los bancos que existían en aquel entonces y pedir que te abrieran una chequera o una cuenta de ahorros en dólares.
El 18 de febrero de ese año se repitió una vez más el patrón de 1976. El Banco de México se quedó sin dólares para vender por lo que tuvo que salirse del mercado cambiario.
Ese día el peso pasó de 26.81 a 37.55 por dólar. Como en un barco donde empieza un incendio todos corrieron a los botes salvavidas: Acumular dólares. Solo para encontrar que los botes (las cuentas de banco denominadas en dólares) eran una trampa.Para los primeros días de agosto el tipo de cambio era de 48.79 pesos por dólar. ¡Una devaluación del 82%!
El 6 de agosto la trampa se cerró sobre aquellos que habían tenido confianza en el sistema bancario nacional. Se crearon dos paridades. La más baja, fijada en 49.13 pesos por dólar, serviría para la conversión a pesos de los depósitos bancarios en dólares, el pago de deudas y las importaciones prioritarias.
Mientras tanto seguiría existiendo un tipo de cambio de mercado que sería determinado libremente por la oferta y la demanda. El tipo de cambio libre quedó ese día en 75.33 pesos por dólar. Mismo que además siguió subiendo hasta 104 pesos por dólar por la tarde del 31 de agosto.
En un mes los ahorradores que habían dejado su dinero en México habían visto desaparecer el 50% de su patrimonio medido en dólares.
Explicación: