Respuestas
Respuesta:
El que a otro enseña, está desarrollando una profesión
noble, pero el que a otro enseña de la vida y enseñanzas del
Maestro está desarrollando una obra sagrada. Es privilegio
del maestro invitar al alumno a pisar tierra santa al aprender
juntos de su Redentor y Salvador
Esta guía del instructor contiene dos estudios separados bajo una misma cubierta. La primera parte está diseñada para asistir a los alumnos a desarrollar una relación íntima y personal con su Salvador. La última explora el mundo
dinámico de los apóstoles de aquellos tiempos, y a la vez
ayuda al alumno a comprender aquellas cualidades cristianas que son tan esenciales para alcanzar el gozo y la felicidad.
Sin embargo, a diferencia de muchos manuales de enseñanza, este suplemento no ofrecerá al maestro un boceto
detallado ni una serie de instrucciones paso por paso que lo
guíe a través de cada lección. Nunca hay dos clases iguales
en la Iglesia. Las necesidades, experiencias, madurez y reacciones de los alumnos variarán de una situación a otra y de
lugar a lugar. El material de estudio que se diseña y produce
en Salt Lake City determina la materia que se va a enseñar y
las áreas específicas que necesitan énfasis, pero es el maestro quien ha recibido la mayordomía de escoger la manera
en que debe enseñar en su salón de clase . Debe preparar,
adaptar y presentar el material de tal manera que satisfaga
las necesidades de sus alumnos y su ambiente en particular.
Por lo tanto, este suplemento y el material del curso tienen
por objeto preparar a los maestros para presentar sus lecciones en vez de preparar lecciones para los maestros
El Señor no ha dejado al maestro sin una ayuda especial para desempeñar su mayordomía. Las Escrituras ofrecen dos pautas importantes para aquellos que enseñan el
evangelio.
1 Enseñad por el Espíritu. En D y C. 42 1 4, el Señor
dijo "Y se os dará el Espíritu por la oración de fe , y si no
recibiereis el Espíritu, no enseñaréis." Pocos meses después,
el Señor aclaró la importancia de este calificativo. "De cierto os digo, ¿predica por el Espíritu de verdad el que es ordenado por mí y enviado a predicar la palabra de verdad
por el Consolador, en el Espíritu de verdad, o la predica de
alguna otra manera? Y si es de alguna otra manera, no es de
Dios" (D y C. 50 1 7 , 1 8).
¿Quién puede, por sí mismo, discernir los problemas
espirituales, las necesidades emocionales y la destreza mental de cada alumno que se sienta frente a él? Tal empresa va
más allá de la habilidad humana. Pero el Espíritu tiene dicha capacidad y puede hacer que el maestro sensible diga
cosas, utilice una historia o recalque alguna frase en especial
que toque el corazón de un alumno con alguna necesidad
particular. Una de las emociones de la enseñanza del evangelio es ver a un alumno acercarse, algunas veces después de
haber transcurrido mucho tiempo, y escucharle decir: "Estaba ayunando y orando por una respuesta y lo que usted
me dijo fue la respuesta a mis oraciones." Impartir inspiración especial como respuesta a las necesidades inexpresadas
de un individuo es sólo una de las funciones del Espíritu.
En la experiencia diaria del salón de clases, la enseñanza tendrá un verdadero impacto espiritual únicamente si el Espíritu da testimonio de lo que el maestro está diciendo. Sin
él fracasamos.
2. A tesora las palabras de vida. El segundo de los mandamientos importantes del Señor a aquellos que enseñan el
evangelio agrega una gran dimensión a la enseñanza por el
Espíritu. A un maestro se le escuchó decir: "Bueno, no tengo nada preparado para hoy, por tanto, creo que iré y enseñaré por medio del Espíritu." Aparentemente no entendía
el mandamiento dado por el Señor cuando dijo · " ... mas
atesorad constantemente en vuestras ,mentes las palabras de
vida, y se os dará en la hora precisa aquella porción que le
será medida a cada hombre" (D. y C. 84: 85). Atesorar las
palabras de vida constituye la parte más importante de la
preparación de un maestro e implica un estudio constante y
serio de las palabras del Señor expresadas por medio de sus
profetas. El élder Joseph Fielding Smith lo resumió de esta
manera :
"Atesorar su palabra significa mucho más que leerla.
Para atesorarla uno debe no solamente leer y estudiar, sino
buscar en humildad y obediencia cómo aplicar los mandamientos dados, y ganar la inspiración que le impartirá el
Espíritu Santo " (Doctrina de Salvación, Tomo 1, pág. 289).
Cuando se realiza tal programa de preparación personal,
entonces el maestro será dirigido por el Espíritu del Señor
a medida que prepara y enseña cada lección.
El material del curso La vida y enseñanzas de Cristo y
sus apóstoles (incluyendo el Manual del curso y el Suplemento para el maestro) han sido diseñados para ayudarle a
atesorar las palabras de vida a fm de que pueda enseñar más
eficazmente por el poder del Espíritu. El siguiente diagrama
ilustra el material disponible tanto para el maestro como para el alumno.
Explicación:
Respuesta:
por que estaban atentos
Explicación: