Respuestas
La Escritura es “inspirada por Dios” (del griego Theopneustos, que traducido literalmente es “Dios lo respiró”). Dios, por medio de su Santo Espíritu, inspiró a los hombre a que registraran su mensaje; y por lo tanto tiene la autoridad divina para la doctrina, para redargüir, para corregir y para instruir en justicia.
Dios inspiró a varios hombres con diferentes antecedentes y generaciones para registrar su mensaje a la humanidad. En un período de más de 1500 años, Dios inspiró a profetas, jueces, agricultores, pastores, pescadores, doctores y reyes para registrar sus pensamientos, algo parecido a cuando un gerente le dicta instrucciones o una carta a su asistente o secretaria. En ciertos momentos Dios permitió que los escritores humanos utilizaran sus propias palabras o terminología, pero todos recibieron inspiración divina de parte de Dios, quien es realmente el que escribió la Biblia.
El apóstol Pedro escribió: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:20-21).
Las Escrituras no son algo sujeto a la propia interpretación de los seres humanos; el escritor no las escribió por su propia iniciativa o impulso, sino por la inspiración y la intervención del Espíritu Santo. Así, la Biblia es el mensaje de Dios comunicado por hombres que fueron inspirados por Dios
Respuesta:
La respuesta más resumida es, Dios. Dios lo hizo. El apóstol Pablo, un hombre encargado de escribir una gran parte del Nuevo Testamento, afirmó: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).
La Escritura es “inspirada por Dios” (del griego Theopneustos, que traducido literalmente es “Dios lo respiró”). Dios, por medio de su Santo Espíritu, inspiró a los hombre a que registraran su mensaje; y por lo tanto tiene la autoridad divina para la doctrina, para redargüir, para corregir y para instruir en justicia.
Dios inspiró a varios hombres con diferentes antecedentes y generaciones para registrar su mensaje a la humanidad. En un período de más de 1500 años, Dios inspiró a profetas, jueces, agricultores, pastores, pescadores, doctores y reyes para registrar sus pensamientos, algo parecido a cuando un gerente le dicta instrucciones o una carta a su asistente o secretaria. En ciertos momentos Dios permitió que los escritores humanos utilizaran sus propias palabras o terminología, pero todos recibieron inspiración divina de parte de Dios, quien es realmente el que escribió la Biblia.
El apóstol Pedro escribió: “Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:20-21).
Las Escrituras no son algo sujeto a la propia interpretación de los seres humanos; el escritor no las escribió por su propia iniciativa o impulso, sino por la inspiración y la intervención del Espíritu Santo. Así, la Biblia es el mensaje de Dios comunicado por hombres que fueron inspirados por Dios
Explicación: