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Respuesta:
Según la mayoría de los autores, el padre de este artificio lingüístico es Georges de Bièvre,1 quien al parecer comenzó a explotar la hilaridad que en la corte de Luis XVI provocaban los continuos equívocos protagonizados por el conde de Kalemburg, embajador de Westfalia, debido a su escaso dominio de la lengua francesa. Otros estudios lo hacen proceder del francés calembour (de calembourg, y este, de Kahlenberg, pueblo cuyo párroco hacia 1300 fue célebre por sus juegos de palabras).2 Para 1777 la l'Encyclopédie recoge que su uso escrito se remonta a 1630 cuando Devaux dos Caros (pseudónimo, no comprobado, utilizado por Adrien de Lasseran de Massencome de Monluc) escribió la historia "de sus migas de pan".3 En todo caso el idioma francés se presta para estos artilugios lingüísticos debido a su alfabeto de 42 letras y particular pronunciación.
No obstante, hay quienes postulan que el término calambur proviene del árabe kalembusu (palabra equívoca), o del italiano calamo burlare (burlarse con la pluma).4
Explicación:
corona porfa