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Los parques de nuestras ciudades, además de combatir la contaminación y ofrecer un rincón de paz y bienestar a los urbanitas, son el lugar elegido por muchas especies para establecer su hogar.
Además de las típicas especies de aves, que conocemos de sobra y con las que convivimos de toda la vida, como las palomas, los gorriones y las urracas, también el carbonero común, los verdecillos, o los mirlos son habituales vecinos en nuestras ciudades, a los que ahora se han unido las cotorras.
Pero lo cierto es que hay también aves tradicionalmente silvestres y rapaces como las lechuzas, los búhos o los mochuelos que conviven con nosotros en núcleos urbanos compartiendo ruido, contaminación… Parece ser que al cernícalo primilla le encantan las iglesias y catedrales, como a las cigueñas ¡Y hasta halcones se han visto criando en Madrid!
Y, por eso, es también muy importante que sepamos cuidar nuestros espacios verdes y conocer su valor ecológico para que todas estas especies puedan seguir habitando en ellos, como recuerda el Centro de Recuperación de Rapaces nocturnas.
Así lo cree también SEO Bird/Life conocedor asimismo de que “la existencia de aves y su diversidad es un “indicador de calidad ambiental”. Por eso ha puesto en marcha “Sacre urbano”, el Primer Seguimiento de Aves Urbanas con el que pretende que los habitantes de las ciudades conozcan las aves que habitan los núcleos urbanos.
Esta ONG también nos propone diez consejos para favorecer la biodiversidad en jardines. Por ejemplo, plantar plantas autóctonas, que atrae a la fauna local -como las mariposas-, evitar plantas exóticas invasoras y hacer crecer setos que “aportan alimento, refugio y zonas de reproducción para la fauna”.
Además de las aves, ver en la ciudad insectos –las mariquitas, que se comen lo pulgones, o las avispas- y lagartijas está a la orden del día, aunque no nos podemos olvidar de los roedores (los más admiradores, las ardillas). Cada vez es más frecuente ver murciélagos que antiguamente moraban en los huecos de cuevas o árboles y ahora se han modernizado y lo hacen en los huecos de los edificios de las ciudades. Aunque a algunos su existencia no les puedan parecer útil, la verdad es que son grandes controladores de plagas y además polinizadores.
Un fenómeno que está ocurriendo en capitales extranjeras y que todavía no ha ocurrido en España es que hay especies que están emigrando del campo a la ciudad por el deterioro de sus hábitats. Es el caso de Londres, donde se han visto más de 33.000 zorros. También en Nueva York se están viendo cada vez más coyotes, informa el Canal Discovery.
Ya sabes: cuando camines por calles o jardines son muchos los ojos que te observan…aunque tu no los veas.
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