LA RANA QUE QUERIA SER UNA RANA AUTÈNTICA. Había una vez una rana que quería ser una rana auténtica y todos los días se esforzaba en ello. Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl. Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse ya desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una rana auténtica. Un día observo que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían. Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se la comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena RANA, que parecía pollo.
2. Teniendo en cuenta el texto anterior respondo las siguientes preguntas.
¿Cuál es la enseñanza que me deja el texto? ¿Cuál es la intensión del texto? ¿Los hechos narrados en el texto anterior pueden ser reales o inventados? ¿Por qué?
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mucho texto no le puedo ayudar
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