Respuestas
En 50 años cambiaron muchas cosas del mundo pero el mundo sigue siendo en esencia el mismo. Uno de los instrumentos más precisos para medir esto es cualquier tira cómica de Mafalda. La niña entre inocente y profundamente reflexiva creada por el historietista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón -mejor conocido como Quino- confirma que 50 años no es nada y que el mundo fue y será... el mundo, en 1964 y en el 2014 también. Y no hay que olvidarse que, como decía Mafalda: "No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta".
La magnitud del alcance de Mafalda queda evidenciada por los homenajes que ha recibido, especialmente por estas fechas. Francia, España y Argentina se han rendido a sus pies. Quino fue declarado el martes pasado Doctor Honoris Causa de la estatal Universidad de Buenos Aires (UBA), mientras se desarrollan varias exposiciones sobre el personaje: "Quino por Mafalda", que se puede ver en el Museo del Humor en la Costanera Sur de Buenos Aires; "Mafalda en su sopa", que se exhibe en una sala de la Biblioteca Nacional en el barrio de Palermo; y también "El mundo según Mafalda" en la Usina del Arte de La Boca.
"Me siento el Felipe de mi historieta, apabullado y chiquito por recibir un título como este", dijo Quino al otorgársele el título honorífico en la sede del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires por parte del rector de esa casa de altos estudios, Alberto Barbieri, la semana pasada.
Quino, de 82 años, recibió en mayo de este año tardío pero merecidísimo Premio Príncipe de Asturias, convirtiéndose en el primer dibujante en llevarse un galardón que en su historia había ido a parar a manos de nombres como Ryszard Kapuscinski o Umberto Eco, quien por otra parte es confeso admirador de la niña. Poco antes, en marzo, le había sido concedida la Legión de Honor, la más importante distinción de Francia, en el Salón del Libro de París.