• Asignatura: Castellano
  • Autor: mari73tlv
  • hace 3 años

LECTURA
En un lugar alejado del ruido de la ciudad, vivía
Salvador, un niño de diez años.
Una noche, soñó que jugaba en un círculo de niñas y
niños de distintas edades, con ropa de distintos colores.
El juego consistía en lanzarse una bola muy luminosa
desde la altura del corazón.
Cuando la bola luminosa llegaba a su niño-destino, a
este se le iluminaban los laditos oscuros de su
vestimenta y cambiaba de color a una combinación de su color
con el del niño que le lanzó la bola y ambos brillaban más. Así,
por ejemplo, si un niño azul le lanzaba la bola luminosa a otro
rojo, este se volvía morado.
De esta manera, las niñas y niños no permanecían de un solo
color, sino que iban cambiando de color constantemente. Pero
siempre brillaban más y más. Inclusive, había niñas y niños
vestidos con matices de un color; por
ejemplo, había azul noche, azulino, azul celeste, azul cielo serrano, azul cielo
amazónico, azul costeño, azul playero…
Así que ¿se imaginan la cantidad de combinaciones de colores que se
formaba en la ropa de las niñas y niños? … ¡Infinitos!
Asustado, Salvador despertó y corrió a la cama de su abuelo Saturnino, quien
siempre tenía una explicación porque era tan viejito que sabía mucho de la
vida. Don Nino, luego de escuchar el relato del sueño, conversó con el niño
así:
—Nieto mío, la luz que todas las personas proyectamos hacia afuera es
producto de la luz interior. Lo que soñaste lleva una enseñanza.
—Pero, abuelo, ¿cómo se forma esa luz interior en las personas? ¿Qué enseñanza
tiene mi sueño?
—La luz interior se forma con las ideas, creencias, valores, emociones y
sentimientos que cada uno tiene. Estos elementos mentales generan una química
que forma esa luz interna que se proyecta en actos y
actitudes hacia nosotros mismos y los demás.
—¿Una química, abuelo? ¿Cómo es eso?
—Nos comportamos producto de nuestras ideas, valores,
sentimientos y demás elementos que te he mencionado. Al actuar, generamos la
producción de ciertas hormonas en nuestro cuerpo. Yo te voy a mencionar como
ejemplo las que se llaman “el cuarteto de la felicidad”: la oxitocina, la serotonina, la
endorfina y la dopamina.
—¿El cuarteto de la felicidad?
—Sí, mi niño. Cuarteto porque son cuatro y son importantes porque la felicidad te mantiene con salud.
—A ver, me vas a tener que explicar luego eso de las hormonas, abuelo. Ahora dime ¿qué enseñanza
crees que tiene mi sueño?
—Pues, que cada uno da lo que tiene…dentro. Hay que cuidar, enriquecer, hacer bonita nuestra luz
interior para que nuestra bola luminosa sea también bonita, con mucha energía y ayude a la otra
persona a la que llegue, para que brille más. Ello ayuda a que estemos sanos y a la salud de los otros.
Algo más, abuelo, ¿qué significa que cada niña o niño tenía un color distinto?, ¿por qué no había dos
iguales y sí matices de color?
—Porque cada ser humano es diferente al otro; mira que al
combinarnos, o sea, al convivir nos influimos entre todos, como la
combinación de colores. Por eso, todo lo que hacemos o decimos a
otras personas no solo influye en ellas, sino en todos a la vez. Al
lanzarles nuestra bola iluminada a otros, podemos ayudarlos a variar
los colores de su vida, a brillar y a sanar
PREGUNTAS
¿Quiénes son los personajes
principales de la lectura?

¿En qué consistía el juego que
sonó el niño Salvador?

¿Por qué Salvador acudió al
abuelo para la explicación de su
sueño?

¿Qué le respondió el abuelo al
escuchar el relato del sueño?

Según el abuelo, ¿Cuál es la
enseñanza del sueño?

¿Qué entiendes por bola
luminosa de nuestro interior?

La bola luminosa de nuestro
interior ¿Influirá en otras
personas? ¿Por qué?
¿Cómo se forma la luz interior
en cada persona?

Respuestas

Respuesta dada por: victoriavilla820
11

Respuesta:

1 el juego consistía en lanzar bolas iluminosas, la cual cuando llegaba a su niño-destinado la bola cambiaba su color, en combinación con la vestimenta del niño tocado.

2 su abuelo tenía tanto conocimiento que siempre encontraba una explicación, sabia muchas cosas de la vida..

3 el abuelo de Salvador le responde; todos tenemos diferentes formas de ver la vida, de sentir las cosas, diferentes formas de expresarnos y muchas cosas más, al fin y al cabo somos personas completamente diferentes, y nuestra iluminación es muy distinta a las de otras personas.

4 la enseñanza que a mi parecer deja, es: cuanto más iluminosa sea nuestra bola siempre podemos lanzarla a alguien que realmente la necesite, darle nuestro amor, nuestro afectó, a iluminar su vida de nuevo, darle nuevos colores, a brillar y sanar juntos.

5 (EN MI CASO ESTE ES PERSONAL, PERO SI QUERES COPIALOXD)

la mayoría de veces siento que si, siento la conectividad con esa parte mía, la cual solo yo conozco, en esos días me siento feliz, ese bienestar inigualable. Pero muchas veces se va y vuelve a ser una vacío, ese inexplicable en palabras, pero suelo pensar que tengo tanto bien en mi que ni yo puedo encontrarlo. O capaz es todo lo contrario..

6 siempre hay alguien en el cual vos seas, su inspiración o simplemente te admiré por alguna razón. Influye en las personas pero lo importante es que influya más en vos mismo.

Siento que se forma atraves de tus creencias, valores, y emociones y forma de ver la vida


chambicristian91: Gracias
dulatorresb28: denada
Respuesta dada por: hanizhugo2018
2

Respuesta:

El abuelo y el niño

Explicación:

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