principales características, logros y consecuencias de la aplicación de los modelos económicos en México de 1940 a 1982
Respuestas
Respuesta:
la economía del país. Actualmente predomina
el pensamiento único en el análisis y la instrumentación de la política
económica, que se centra en la reflexión sobre el comportamiento de los
indicadores macroeconómicos sin tomar en cuenta cuáles son los objetivos
de mediano y largo plazos.
En consecuencia, los espacios de análisis sistémicos desde perspectivas
críticas se han replegado a las instituciones académicas.
características de los dos modelos
económicos –que no de desarrollo–, el de industrialización sustitutiva de
importaciones (ISI) y el de industrialización con apertura comercial (IAC),
imperantes en México de la década de los años cuarenta, del siglo pasado,
hasta el presente, y los rasgos de las crisis de cada uno.
En primer lugar, tenemos que dejar claro que la industrialización se
tomó como sinónimo de desarrollo y progreso para las élites políticas y
económicas; en consecuencia, se convirtió en un fin en sí mismo. Primero
había que producir la riqueza, y después ya se vería cómo distribuirla. Esta
visión se subsume en un proyecto más general conocido como nacionalismo
revolucionario, que contemplaba al menos otros dos aspectos relevantes:
la construcción de un Estado de bienestar y un fuerte control político, el
cual devino en la construcción de un régimen autoritario.
Desarrollo estabilizador, 1939-1982
El modelo de industrialización sustitutiva de importaciones tiene uno de
sus principales impulsos en la segunda guerra mundial (1939-1945). Las necesidades de materias primas de los países en conflicto, y la participación
de México al lado de los aliados a partir de 1942, provocaron que las
exportaciones se destinaran de manera fundamental a los Estados Unidos.
Por otra parte, al no importarse productos manufacturados, se impulsó el
inicio de la producción nacional de algunos de ellos.
Con el fin de la guerra, el fomento a la industrialización se sustentó en
seis pilares fundamentales: ahorro interno (sobre todo la inversión estatal),
inversión extranjera, precios bajos de las materias primas (de manera particular
los productos agropecuarios), protección arancelaria de los productos
manufacturados nacionalmente, salarios bajos y subsidios estatales.
La inversión extranjera directa acumulada de 1941 a 1946 fue de
128 millones de dólares (mdd). En el sexenio de 1977 a 1982, fue de 9 777
mdd.1 Estos datos, desde cierta perspectiva analítica, se han considerado positivos,
pero pocas veces se ha tomado en cuenta que un exceso de inversión,
en relación con los ingresos de divisas, puede ocasionar en el mediano plazo
desequilibrio en la balanza de pagos, sobre todo cuando algún suceso influye
para que los inversionistas decidan retirar del país elevados volúmenes de ganancias
o capital, al considerar que existe algún riesgo o prevalecen mejores
condiciones de inversión en otro país.
Los resultados de esa política se reflejaron en un crecimiento del producto
interno bruto de 6 por ciento, en promedio anual, de 1940 a 1982.2
Además, la construcción del Estado de bienestar se reflejó en la creación
de instituciones educativas, seguridad social, crédito para vivienda, y en un
incremento real del salario mínimo, al pasar de 2.50 pesos diarios (equivalentes
a 98.15 pesos actuales) en 1940 a 96.70 pesos diarios en 1976, que
es cuando alcanza su máximo histórico en poder adquisitivo y es equivalente
a 249.75 pesos actuales.3
En el período estable de 30 años, desde 1941 hasta 1970, tan criticado
por la supuesta inequitativa distribución de la riqueza, el salario mínimo
creció muy por arriba de la inflación de dicho período, llegando a un magnífico
crecimiento del 1180% al pasar de $2.50 pesos diarios a $32.00
pesos diarios, es decir, se multiplicó 11.8 veces en 30 años. Mientras tanto
la inflación creció 562% en el mismo periodo, por lo que la relación salario