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1. Usa el coche sólo cuando sea necesario Si necesitas ir a la tiendita que está a dos cuadras o tienes la posibilidad de usar transporte público, es mejor dejar el coche estacionado. Según cifras de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, un coche promedio genera al año 4.7 toneladas métricas de dióxido de carbono. 2. Dile adiós a la carne roja Algunas personas que siguen el régimen alimenticio vegetariano o vegano lo hacen por motivos ambientales y es que la producción de ganado para consumo humano produce más gases de efecto invernadero como dióxido de carbono y metano que el transporte o las industrias, según un reporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Tan sólo con seguir una dieta vegana, reducirías tu huella de carbono en un 20 por ciento, según la WWF. 3. Rellena tu botella Está bien, entendemos que no confíes en la limpieza del agua de la llave como para beberla, pero lo que puedes hacer es rellenar tu vaso las veces que sean necesarias y si vas a usar una botella especial, lo más recomendable es utilizar una que esté hecha de vidrio para disminuir la contaminación con el plástico. 4. Utiliza sólo lo necesario Si vas a hacer una sola taza de té o de café, no es necesario que pongas a hervir toda la tetera o llenar el posillo. Esto hará que utilices menos gas para calentarlo y por ende, disminuyas la cantidad de gases que se emiten. Esta regla también aplica al uso de la lavadora, secadora o plancha. Si sólo necesitas lavar un par de pantalones, es mejor esperar a tener más ropa y si no está lloviendo cuelga la ropa a secar al sol. 5. Cambia tus focos Cada vez es más común encontrar focos de LED que además de ayudarte a ahorrar dinero, pues duran cerca de diez años, disminuirán tu huella de carbono pues son menos dañinos para el medio ambiente. 6. Desconecta todo lo que no estés usando Por ejemplo, el cargador de tu celular pues aún cuando no lo estés utilizando, la energía logra escaparse si sigue conectado a la toma de corriente. También apaga por completo las computadoras o televisiones en vez de dejarlas en modo de reposo. 7. Consume productos locales Muchas veces preferimos consumir productos importados porque confiamos más en la calidad que ofrecen otros países, sin embargo, esto no es necesariamente cierto porque la comida local llega mucho más fresca,, además, importar productos ocasiona un gran consumo de energía. 8. Compra menos Comprar menos productos es una buena manera de disminuir tu huella de carbono. Por ejemplo, el proceso para fabricar un traje de lana equivale al impacto de carbono del uso de energía eléctrica de tu casa de un mes, o la producción de una simple camiseta requiere de la electricidad que usas en tu hogar durante dos o tres días. Es recomendable adquirir productos de buena calidad que no se desgasten fácilmente para evitar comprar reemplazos constantemente. 9. Evita viajar cuando sea innecesario Sin importar la distancia, muchas veces nos transportamos a lugares para hacer cosas que sin problema podríamos hacer desde nuestras casas u oficinas. Un ejemplo sería reemplazar las juntas de trabajo que sean en otros lugares con teleconferencias, así uno puede escuchar y compartir ideas sin las necesidad de moverse de su sitio. También es recomendable usar transportes como barcos o trenes en vez de aviones, pues éstos emiten más gases que los otros medios de transporte. 10. Evita o reduce el uso de papel Actualmente existen diversas formas de sustituir el uso del papel con la tecnología. Podemos recibir nuestros estados de cuenta, facturas y un sinnúmero de datos a través del correo electrónico, y en caso de tener que usar el papel, se pueden usar hojas recicladas para la impresión de archivos. La industria del papel deja una gran huella de carbono por el consumo de grandes cantitdades de agua, energía, madera además del uso de numerosos medios de transporte para moverlo alrededor de todo el mundo.
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