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La fecha clave del encuentro entre españoles e incas fue el 16 de noviembre de 1532, el día en el que Pizarro y Atahualpa se reunieron en Cajamarca, cuyo nombre en quechua significa "pueblo de espinas". ... Finalmente, el conquistador citó a Atahualpa en Cajamarca, una importante ciudad inca a 2.700 metros de altitud
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Cuando los españoles empezaron sus exploraciones por la costa de Sudamérica en las primeras décadas del siglo XVI, el emperador de los incas era Huayna Cápac. Este emperador seguía el ejemplo de su padre y su abuelo, y expandía su reino hacia el norte, hasta lo que hoy es Quito, Ecuador. Y durante su reinado tuvo que sofocar algunas rebeliones entre grupos que todavía resentían su conquista por los incas—estas tensiones interiores en el Imperio Inca eran una debilidad que los españoles supieron aprovechar, pero no eran el único factor que debilitaba el Imperio Inca antes de que los españoles empezaran su conquista militar.
En 1527 o 1528, el Inca Huayna Cápac súbitamente se enfermó y se murió, junto con su hijo mayor y sucesor designado. ¿Fue esto simplemente el resultado de la mala suerte? Los españoles veían en México y luego en Sudamérica cómo los indígenas tan numerosos y fuertes iban muriéndose sin que ellos mismos hicieran nada, y creían que era su Dios católico que los apoyaba en lo que veían como santa empresa. Pero la verdad es que los continentes de Norte y Sudamérica habían estado aislados de Europa por tantos milenios que los habitantes precolombinos no habían desarrollado resistencia inmunológica a las enfermedades que eran endémicas entre los europeos (o sea que las enfermedades circulaban por la población europea enfermando a bastantes pero no matando a tantos; los europeos y esas enfermedades habían llegado a cierto equilibrio). Los europeos de aquel tiempo no entendían eso de la vulnerabilidad de las poblaciones aisladas, y así se desataron unas de las peores epidemias en la historia humana (o sea que la mayor parte de la población indígena se enfermó y grandes números de los enfermos se murieron).
Los españoles comenzaron sus contactos por la costa del Perú en la segunda década del siglo XVI, y según los historiadores la resultante epidemia de viruela mató a 20-30% de la población indígena; en los 1540s una epidemia de sarampión mató otro 20-30%, y más tarde hubo una epidemia de las dos enfermedades al mismo tiempo; ya al comenzar el siglo XVII, Sudamérica había perdido 70-90% de su población anterior. Entonces desde nuestra perspectiva, la enfermedad del Inca Huayna Cápac y su heredero designado podría ser una consecuencia lógica de la epidemia; pero incluso dentro de una mortalidad tan extensa, la muerte de estos dos individuos tuvo consecuencias descomunales.
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