Respuestas
Respuesta:
La salud siempre se define en términos físicos. Si una persona no tiene diabetes, ni colesterol y todos sus parámetros físicos son correctos, generalmente decimos que está sano. Sin embargo, esta es una visión errónea de la salud y la enfermedad.
De hecho, la OMS define (muy acertadamente, por cierto) la salud de la siguiente forma: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Explicación:
Es decir, la mera ausencia de enfermedades no es suficiente para determinar que una persona se encuentra absolutamente saludable. Incluso podríamos decir que el hecho de ser feliz es algo inherente a la salud.
La enfermedad mental en muchos casos puede causar mucho más sufrimiento que enfermedades físicas tan graves como el cáncer. Es más, un estado mental alterado o un contexto social inadecuado puede acabar teniendo consecuencias directas en nuestra salud física.
Un ejemplo lo encontramos en lo que se denomina el patrón de conducta Tipo A. Este patrón de conducta se encuentra en personas con urgencia de tiempo, hiperactividad, hostilidad, impaciencia, necesidad de control ambiental, competitividad, etc.
Estudios han encontrado que el patrón conductual tipo A es un factor de riesgo independiente para los trastornos coronarios con el mismo orden de magnitud que el riesgo asociado a cualquiera de los factores tradicionales tales como la presión sistólica, el tabaquismo o el nivel de colesterol en suero (Review Panel on Coronary-Prone Behavior and Coronary Heart Disease, 1981). En este tipo de personas el factor común quizás es la liberación de diversas sustancias tóxicas para el cuerpo debido al constante estado de hiperactivación fisiológica, lo que acaba causando problemas a nivel vascular.
Según la OMS el trastorno mental más frecuente es la depresión. Alrededor de 350 millones de personas sufren depresión en todo el mundo, siendo las mujeres más propensas a padecerlo. El trastorno bipolar es otro trastorno muy extendido, caracterizado por episodios de manía y depresión con períodos de normalidad alternativos. Aproximadamente el 1% de la población padece esquizofrenia, una enfermedad mental por la que el paciente sufre alucinaciones y delirios. Dada la elevada esperanza de vida en la actualidad han aumentado los casos de demencia, alcanzando la increíble cifra de 47,5 millones de personas que la padecen.