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Titulo: El oscuro secreto de un mago
Había una vez: un hechicero místico que habitaba en las profundidades de un oscuro bosque encantado. Pero él un hechicero común no era, sino que él poseía grandes habilidades mágicas; tanto así que era capaz de cambiar la orbita de la tierra con tan solo un movimiento de su cetro mágico. En sus misteriosos días ya pasado de años, a lo lejos de la casona dónde vivía vio la silueta de una extraña dama con un aspecto realmente magnifico, pero totalmente encogido por una extensa capa tan negra como el carbón que ella llevaba puesta, aproximándose cada vez más para hacer una extraña petición que impresionaría incluso al gran mago.
Luego: de la petición que le hizo la extraña dama al mago; el mago quedó perplejo y sin decir una sola palabra entró apresuradamente a su casona, con el propósito de sacar su cetro mágico.
A l salir con su cetro, la mujer no hizo nada más que mirarlo con una expresión fría y rápidamente se volteó de tal modo que su capa voló por los airea, hasta caer lentamente a suelo.
El mago no comprendía la extraña petición de la mujer, su forma de actuar o su actitud tan helada como el hielo, pero no hizo ninguna interrogante al darse cuenta que la extraña mujer de hermoso aspecto era una dama vestida con telas tan finas que sólo la realeza poseía.
El mago cumplió con la petición de la mujer y ella tan sólo agarró la pócima que le dio el mago y con sus delgadas y delicadas manos blancas La vertió en un cántaro que traía bajo sus ropajes.
Y de pronto, anunció: Oh, horrible mundo¡¡
-Si tan sólo hubiera podido ser feliz¡¡
-Oh¡¡
-Si tan sólo me hubieras amado cuando pudiste¡¡
-Si tan sólo mi sufrimiento no fuera eterno¡¡¡
-Oh, este acto, sólo es causado por tu culpa¡¡
-Y ahora mi fin se acerca, por tanto el fin de mi sufrimiento también¡¡¡¡¡
Y mientras las lágrimas le caían abundantemente por su pálido rostro, saco exclusivamente el cántaro con la pócima y lo bebió.
El mago no podía creer lo que acababa de hacer la mujer, ni tampoco el motivo de su sufrimiento, pero no le quedó más que ver con la bella mujer agonizaba por la poción irrevertible que le dio el mago.
Finalmente: la mujer falleció y el mago no pudo hacer nada para salvarla.
Si tan sólo su amado hubiera llegado a tiempo, la historia sería distinta y las cosas cambiarían.
El mago se culpó toda la vida por la muerte de la mujer, sin aún entender cuál era el gran dolor que la mujer llevaba, ni de quien hablaba la mujer minutos antes de su muerte, pero lo que si sabía era que nunca olvidaría a aquella bellísima mujer que se quito la vida debido a un amor sin causa, debido a un sufrimiento sin motivo y debido a un dolor sin final...
Explicación:
Jeje, soy muy dramática cuando invento cuentos, espero que te sirva¡¡¡