• Asignatura: Historia
  • Autor: biancporcel05
  • hace 2 años

Compara el fascismo con el peronismo, ¿hay
diferencias?, ¿cuáles? ¿hay semejanzas?,¿cuáles?

Respuestas

Respuesta dada por: kaorimanco
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Respuesta:

EL FASCISMO: es una ideología política y cultural fundamentada en un proyecto de unidad monolítica denominado corporativismo, por ello exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y los localismos en beneficio del centralismo.

EL PERIODISMO: promovió la industrialización y la producción nacional, ampliando el mercado interno, créditos públicos, a través de las empresas estatales, o por medio de políticas tarifarias y de compras preferenciales del Estado, como el "compre nacional".

Explicación:

espero haberte ayudado

Respuesta dada por: Dil4nAl3xis90
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Desde sus mismos orígenes, el régimen peronista ha dado lugar a un intenso

debate tanto a nivel de los estudiosos como del público en general, respecto

al carácter que cabría reconocerle en función de sus componentes

ideológicos como así también por su estilo político.

Así, por ejemplo, los politólogos no logran ponerse de acuerdo respecto del

lugar que correspondería asignarle en la tipología de las formas de poder. En

efecto, de acuerdo a las interpretaciones más antiguas, se habría tratado de

una forma especial de fascismo. Desde el marxismo, se le ha atribuido

igualmente ese carácter fascista pero también, basándose en el análisis que

hace Marx del gobierno de Napoleón III, se lo ha catalogado como un caso

de ejercicio bonapartista del poder. Otros lo han señalado como un ejemplo

de populismo nacional característico de los países en desarrollo, mientras

que una cuarta corriente lo asimila al tipo ideal de la dictadura autoritaria de

desarrollo, que fuera definido por J. Linz sobre la base de su estudio del

régimen español de Franco. (Waldmann, 1985: 12,13).

Sin embargo, la calificación más difundida en los ámbitos académicos y en

los ámbitos cotidianos, es aquella que imputa al peronismo del período 1943-

1955 un marcado carácter fascista, que aún en la actualidad goza de cierto

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grado de aceptación. Esto obedecería, a nuestro juicio, al hecho de que el

concepto de fascismo fue objeto en el transcurso del tiempo de importantes

modificaciones en lo que respecta a su contenido y sentido originarios, los

que fueron transformándose al calor de la lucha política en un argumento

polémico al punto que su valor científico termina siendo problemático.

(Saborido, 1994: 159).

Efectivamente, es posible constatar tanto en la esfera de lo científico como

en la de lo político, un uso abusivo e impropio del término fascismo. En el

primer plano citado, esto ocurre al aludir con el mismo a cuanto

nacionalismo autoritario de derecha se quiera referir, a despecho de las

diferencias que éste pudiera haber tenido con el modelo italiano. En el plano

de lo político, observamos ese empleo inflacionario a diestra y siniestra del

arco ideológico, donde acaba convirtiéndose en un mote peyorativo o en un

encuadre descalificador del ocasional contrincante. Liberales, conservadores,

socialistas y comunistas han incurrido o incurren en este vicio, si bien los

últimos han asumido las posturas más radicales al respecto (Saborido, 1994:

159, 160).

Creemos que a menudo la imputación genérica de fascismo que se hace al

peronismo del período que nos ocupa ha tenido un carácter interesado,

siendo alentada desde adentro y desde afuera del país. Desde el exterior, por

Estados Unidos, para quien Perón era un estorbo en sus planes de hegemonía

regional. Por eso, entre otras diatribas, difundió el mito del “IV Reich” a

establecerse en la Argentina, para evitar que técnicos alemanes se radicaran

en ésta y potenciaran su desarrollo industrial. Paralelamente, el

Departamento de Estado intentaba reclutar científicos de esa nacionalidad

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para expandir su programa nuclear y espacial (Page, 1999: 112). Desde el

interior de la Argentina, los opositores políticos de Perón, ostensiblemente

apoyados por la embajada norteamericana, procuraron encorsetar la pugna

que mantenían con éste dentro de un contexto propuesto por ellos mismos,

en el que la democracia aparecía enfrentada con el fascismo en su versión

vernácula. A propósito de ello, resulta curioso que entre los defensores de la

democracia argentina se encontraran los comunistas. Por otra parte, la

documentación sobre la cual se basaron las acusaciones formuladas contra

Perón en el sentido de que éste actuaba como agente del nazismo, se reveló a

posteriori como carente de autenticidad (Page, 1994: 117).

Por tanto, en este trabajo nos proponemos explorar dentro del universo del

peronismo y del fascismo a fin de establecer, mediante un enfoque

comparativo, similitudes y diferencias en sus discursos ideológicos,

condiciones históricas, estilos políticos, bases sociales, perspectivas

filosóficas, etc., a partir de las cuales podamos confirmar o disconfirmar la

asociación que se atribuye a ambos regímenes.

No obstante, aún siendo concientes de la dificultad que entraña brindar una

definición del concepto, adoptaremos a modo de definición operativa de

fascismo la propuesta por Buchrucker -quien a su vez se ha basado sobre el

análisis que formulara Ernest Nolte-, la que a continuación transcribimos:

“La reacción específica sólo podía ser un antimarxismo, que se confrontaba

explícitamente con el pensamiento, la voluntad y la perspectiva centrales de

un marxismo interpretado según la realidad del bolcheviquismo. Este antimarxismo adoptaba la idea bolchevique de la destrucción total del enemigo

y la canalizaba contra su propio autor, y contra su causa. En esta voluntad

se sentía identificado con la historia, una historia entendida como

regeneración. A la perspectiva de la sociedad sin clases oponía, con la

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