Respuestas
Respuesta:
El crecimiento económico del Perú experimentó una desaceleración en 2019: alcanzó
un 2,3%, en comparación con el 4,0% en 2018. Ello se debió a un empeoramiento de
las condiciones externas e internas. En lo referente a las exportaciones tradicionales, ha
habido una menor demanda externa, precios más bajos y eventos transitorios que han
reducido el volumen de la producción primaria (minera, hidrocarburos y pesca). A estos
choques en la producción, que han enfriado el ritmo de crecimiento de la actividad, cabe
agregar en el plano interno el exiguo crecimiento del gasto público. Este se ha visto
limitado en el ámbito de la inversión por el cambio de autoridades subnacionales y, en
lo que respecta al gasto público, por la decisión de mantenerse en la senda de la
consolidación fiscal (a saber, reducir el déficit al 1,0% del PIB en 2021). En conjunto,
estos hechos han dado lugar a un menor dinamismo del mercado laboral, lo que a su
vez ha llevado a una desaceleración del consumo, que sin embargo se ha mostrado más
resiliente que la producción (en parte, gracias al crédito al consumo y a la inmigración).
En contraposición, la inversión privada se ha expandido, gracias al empuje de la
inversión minera y de la construcción (13,0% del PIB). Por su parte, las importaciones
se han visto reducidas, en consonancia con la ralentización de la actividad. Ello, sumado
a la contracción de las exportaciones, ha dado lugar a una reducción del superávit en la
balanza de bienes y a un aumento moderado del déficit en cuenta corriente. No obstante,
gracias a los dinámicos flujos de inversión extranjera (dirigidos hacia proyectos de
inversión minera en proceso de construcción), a unas condiciones financieras
internacionales favorables y a la saneada posición financiera del país (que han permitido
al país emitir bonos a tasas bajas en moneda local), ha sido posible financiar el déficit
de cuenta corriente y acumular reservas.
Explicación:
No se si te sirva pero espero que si xd