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Respuesta:
espero que te ayude
Explicación:
Muchas veces se habla de comidas o cenas “pesadas”, de ciertos alimentos que resultan irresistibles pero que a la vez sientan fatal al estómago, dan dolor de tripa o generan muchos gases y una incómoda hinchazón abdominal, incluso ardor y reflujo. Más allá de que cada persona es un mundo y de que hay intolerancias específicas, en este artículo se listan los alimentos más difíciles de digerir en términos generales y se explica por qué ciertas comidas tardan más tiempo en digerirse que otras.
Hinchazón abdominal, dispepsia, digestiones pesadas y lentas, dolor abdominal, gases, reflujo, estreñimiento o diarrea. Cualquiera de estos síntomas ya advierten de alguna alteración digestiva. Puede tratarse de una intolerancia alimentaria sin diagnosticar (o sin una adecuada pauta dietética) o puede indicar debilidad funcional de algún órgano digestivo. Y es que en una lenta o mala digestión está implicada la disfunción de alguno (o varios) de los distintos órganos que participan en el proceso: desde la dentadura y el estómago, hasta el páncreas, el hígado, la vesícula o los intestinos.
Seis alimentos de naturaleza indigesta
A continuación se enumera una serie de alimentos de consumo cotidiano que, por lo general, resultan más indigestos que otros. Más allá de los de naturaleza grasa o en exceso azucarada -fáciles de asociar a un carácter indigesto-, sorprenden en este listado algunos alimentos considerados muy saludables que, pese a serlo, están contraindicados en determinadas dolencias digestivas mientras estas persistan.
1. El huevo duro y en tortilla. En ambas preparaciones, la yema (la parte que concentra las grasas, es decir, los componentes más indigestos) está coagulada. Cuajada es más difícil de digerir, ya que requiere más trabajo enzimático y biliar que si no lo está. Una alternativa más liviana para los huevos es optar por uno pasado por agua, escalfado o incluso frito en aceite de oliva, siempre que se sirva bien escurrido.
2. Bechamel y productos elaborados con mezcla de harinas, mantequilla y leche, como croquetas, rellenos o bases de repostería y bollería. La mantequilla, al cocinarse, resulta muy indigesta, algo que ocurre en este tipo de recetas de uso y consumo demasiado frecuente en muchos hogares. Esta materia grasa no es idónea para cocinar, dado que por encima de 90 ºC, la mantequilla se quema y se forma acroleína, una sustancia que se asocia a iabdominal, gases, reflujo, estreñimiento o diarrea. Cualquiera de estos síntomas ya advierten de alguna alteración digestiva. Puede tratarse de una intolerancia alimentaria sin diagnosticar (o sin una adecuada pauta dietética) o puede indicar debilidad funcional de algún órgano digestivo. Y es que en vaciamiento brusco de la vesícula biliar que se acompaña de molestias más o menos intensas, como náuseas o pesadez abdominal, e incluso dolor.