Una historia argentina de la década de 1990
El señor Enrique es el gerente de una importante empresa fabricante de neumáticos de
capital norteamericano radicada en el partido de San Fernando. Desde hace muchos años
el señor Enrique viene dirigiendo la fábrica. Ha pasado momentos buenos y malos, pero
siempre encontró la vuelta para que la empresa diera ganancias. En algún momento los tra-
bajadores estaban más organizados y el sindicato respaldaba el reclamo de los delegados
elegidos por sus compañeros. Fueron tiempos de malasangre para don Enrique: había que
pagar las horas extras en tiempo y forma, había que garantizar las condiciones de seguridad
e higiene en el taller, había que pagar los sueldos según el acuerdo firmado por el sindicato
a nivel nacional, etc. Todo esto reducía los márgenes de ganancias de la empresa y la casa
central, en Nueva York, mandaba faxes al señor Enrique. “¿Qué pasa en su país?”, pregun-
taban los accionistas. “Aquí los sindicatos son fuertes y las leyes laborales respaldan a los
trabajadores”, explicaba el señor Enrique a sus empleadores, que le exigían aumentar las
ganancias de la sucursal en Argentina. “Resuelva este problema o nos veremos obligados
a trasladar la planta a algún país menos problemático”, le respondían desde Nueva York.
Aquellos fueron tiempos difíciles para don Enrique. Pero luego vinieron tiempos felices.
En los años noventa la legislación laboral fue modificada. Se hizo más “flexible” para que
los empleadores pudieran contratar y despedir trabajadores según las necesidades de la
patronal. Cuando los empleados más veteranos se fueron jubilando, don Enrique no in-
corporó a la planta otros nuevos. Las nuevas leyes laborales le permitían contratar por
seis meses personal temporario, “a prueba”. Cuando el contrato estaba por terminar hacía
firmar a esos trabajadores la renuncia y la firma de otro contrato, otra vez “a prueba”. Así
una y otra vez. En esos años de alta desocupación muchos trabajadores, aún sabiendo que
se los condenaba a la inestabilidad, aceptaban este régimen por temor a perder incluso ese
“laburo” tan precario. Fueron tiempos en los que algunos importantes dirigentes sindica-
les brindaban con los empresarios celebrando la aprobación en el Congreso de las nuevas
leyes laborales. “Ahora la Argentina es más moderna”, pensaba don Enrique mirando por
televisión las marchas que organizaban otros dirigentes y otros sindicatos contra la fle-
xibilización laboral. “Esta gente se quedó en el pasado”, pensaba don Enrique mientras
miraba en la pantalla las columnas de trabajadores que protestaban contra los despidos,
los contratos de trabajo humillantes y el congelamiento de los salarios. El señor Enrique
dirigía la empresa con mayor tranquilidad. Una parte de los trabajadores de la empresa era
personal de planta y la otra era personal contratado. Si las ventas subían se podía contratar
más personal temporario, si las ventas bajaban no se renovaban los contratos y se reducían
los costos salariales. La variable de ajuste eran los trabajadores. Un negocio redondo para
la empresa.
2-Identificar que tipo de condicionamiento podemos identificar en la pagina 18 y elaborar una lista de ellos.
3-Indicar Cuáles de ellos son internos y cuales externos. Pag18.
Respuestas
Respuesta dada por:
6
Respuesta:
Los acontecimientos que se observan en el texto son:
_ Principios del fabricante extranjero de neumáticos. (Enrique)
_ Complicaciones laborales con los accionistas estadounidenses.
_ "Años felices" para el país y para Enrique. Esto le provocaba la oportunidad ,para él de, contratar más personal temporario
Explicación: Espero que te ayude! :)
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