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Olviden las pistolas. La clave para desenmascarar a un asesino o solventar un misterio es la astucia femenina. Sabiduría de vecindario, deducciones guiadas por el instinto y un amplio conocimiento del alma humana y no habrá crimen que se resista. La dulce solterona Miss Marple, fundadora de toda una escuela detectivesca, es una de las más emblemáticas pruebas de ello. Sin lupas, ni sofisticados métodos de investigación, armada con sus agujas de hacer punto demostró, en las doce novelas y veinte relatos de Agatha Christie que protagonizó, ser una auténtica maestra de la deducción capaz de rivalizar con el mismísimo Hercules Poirot. Al cumplirse 75 años de su nacimiento en la novela número 50 de la autora, Asesinato en la vicaría, la reedición en bolsillo de sus misterios, a razón de dos títulos por volumen, recuperan a esta heroína inspirada, según Christie confesó, en su abuela y sus amigas. Modelo del decoro, a Jane Marple la pierde el cotilleo -gloria y bajeza del alma femenina- y así resuelve cada crimen al que se enfrenta recordando sucesos del pasado. La saga de misterios de esta venerable vecina de St. Mary Mead parece atestiguar que efectivamente nada es lo que parece: tras la bondadosa ancianita se esconde una avezada detective con instinto de sabueso y tras el idílico pueblo, coprotagonista de todas las obras, una larga serie de antecedentes escabrosos.
Digna heredera de Miss Marple, Madame Precious Ramotswe llega también al bolsillo con La primera detective de Botsuana, primer volumen de la aclamada saga de Alexander McCall. Gorda, soltera y jovial, Precious gasta el último dinero que le queda de la venta del rebaño de su padre en fundar su propia agencia de detectives. Desde allí ofrece ayuda a sus vecinos, en la búsqueda de un marido desaparecido o en el seguimiento de una joven díscola, y diversión a sus millones de lectores con su buen humor y su certero retrato de la vida en África. Charlotte Pitt completa con La médium de Southampton Row de la escritora Anne Perry, el trío de damas detectives. Inquieta y decidida, esta joven victoriana asesora y presta inestimable ayuda a su esposo, el superintendente de la policía Thomas Pitt. El misterioso asesinato de una médium en 1892 volverá a poner a esta pareja tras la pista del asesino.