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Cada año, en todo el mundo, durante las temporadas de sequía aumenta el riesgo de incendios debido a diversos factores, entre los que se encuentran la acumulación de combustible orgánico seco en los bosques y selvas.
En el caso de México, en gran parte del país, de enero a mayo se realizan quemas de los terrenos para la siembra y el pastoreo de ganado, y con frecuencia el fuego pasa a las áreas forestales aledañas.
Los incendios forestales son propagaciones libres y no programadas del fuego sobre la vegetación en los bosques, selvas y matorrales.
El fuego causado en forma natural, accidental o intencional consume los combustibles naturales como hojas y ramas secas situados en el nivel inferior de bosques y selvas; sin embargo, las llamas pueden quemar los troncos y las ramas de arbustos y árboles, convirtiéndose en un incendio de gran dimensión.
Áreas boscosas bajo fuego
Según cifras de la Comisión Nacional Forestal, se registran anualmente un promedio de 8 mil incendios forestales que afectan los diferentes ecosistemas terrestres en diversos grados. El año de 1998 ha sido considerado el de mayor desastre a nivel nacional, con 14 mil 428 incendios y 848 mil 960 hectáreas afectadas.
Otro año catastrófico fue el 2011, con 11 mil 992 incendios y 953 mil 230 hectáreas quemadas; continuando con esta secuencia se ubica el año 2017 con 8 mil 707 incendios y 716 mil 023 hectáreas afectadas, seguido por el presente año, 2019, con 7 mil 302 incendios y 600 mil 291 hectáreas dañadas.
De manera excepcional, recientemente, durante el pasado mes de mayo, las emisiones generadas por los incendios de los estados de Guerreo, México y Morelos ocasionaron afectaciones severas en la calidad del aire en la ciudad de México.
Para que el fuego forestal se produzca se requiere de tres elementos que forman el llamado "triángulo del fuego": combustible, calor y oxígeno, si alguno de ellos falta el fuego no se produce.
Humanos, los responsables
Lilia Manzo Delgado, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, explica que, por lo general, los incendios se inician por alguna actividad relacionada con los seres humanos como las quemas agropecuarias o en basureros que no tienen un control o no son supervisadas de manera adecuada. También pueden iniciarse por una fogata que no se apagó correctamente.