Respuestas
Respuesta:
Sabemos que el ejercicio físico tienen muchos y diversos efectos positivos sobre la salud del organismo, sin embargo, su vínculo con la digestión es aun controvertido. Por ello, hoy te mostramos los beneficios del ejercicio sobre el aparato digestivo:
Incrementa el metabolismo por lo tanto, acelera los procesos digestivos evitando la sensación de pesadez tras las ingestas y reduciendo el riesgo de sufrir estreñimiento.
Favorece la motilidad intestinal lo cual mejora el tránsito y previene el estreñimiento así como la diverticulosis.
Reduce el estrés y los malestares digestivos asociados a éste. Las personas con síndrome de intestino irritable o gastritis pueden beneficiarse con una actividad física de intensidad moderada y placentera.
Mejora el control del apetito al provocar cambios hormonales, y por ello, reduce el riesgo de realizar ingestas copiosas que generan molestias gastrointestinales posteriores.
Mejora la fuerza y el tono muscular en la zona media del cuerpo, lo cual previene el estreñimiento y contribuye a mantener los órganos internos en su lugar.
Por supuesto, un ejercicio mal realizado, de elevada intensidad, excesivo y en momentos poco oportunos, puede perjudicar el funcionamiento digestivo. No obstante, el ejercicio regular y constante tiene notables beneficios sobre el aparato digestivo y nos ayuda a prevenir molestias cotidianas y frecuentes.
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Según algunos estudios, la dispepsia, comúnmente conocida como “mala digestión”, afecta alrededor de un 20 por ciento de la población en los países de nuestro entorno, especialmente a partir de los 40 años y con una distribución similar entre hombres y mujeres.
La digestión es la manera que tiene nuestro organismo de asimilar los nutrientes que se encuentran en los alimentos que consumimos. La dispepsia conlleva una serie de dolores en la zona abdominal, como la sensación de estar saciado tras una pequeña ingesta de alimentos con la consiguiente pérdida de apetito, la plenitud abdominal superior, distensión abdominal, náuseas y vómitos.
Julio de la Morena Garzón, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Universitario Sanitas la Moraleja, en Madrid, señala como algunas de las posibles causas de la dispepsia los hábitos alimenticios como el consumo de café, chocolate, especias picantes, alcohol y otros alimentos ricos en grasa y la intolerancia a determinados productos y situaciones de estrés o trastornos psíquicos.
Para poder hacer frente a este tipo de molestia, el ejercicio físico resulta beneficioso para el aparato digestivo porque:
El deporte aumenta el metabolismo y acelera el proceso digestivo, evitando la sensación de pesadez y reduciendo el riesgo de estreñimiento.
Favorece el tránsito intestinal, regula los hábitos de evacuación y previene el estreñimiento, la diverticulosis y disminuye el riesgo de sufrir cáncer de colon.
Reduce el estrés y los síntomas digestivos asociados a éste. Favorece a las personas con síndrome de colon irritable o gastritis.
Mejora el control del apetito al provocar cambios hormonales, por lo que ayuda a evitar ingestas copiosas que generan molestias gastrointestinales.
Además de estas características, también ayuda a mejorar la fuerza y el tono muscular. Sin olvidar que la actividad física diaria contribuye a la pérdida de peso y previene la obesidad. La práctica de ejercicios aeróbicos como el ciclismo, el yoga, la natación o pilates, favorecen a personas con trastornos digestivos como el reflujo gastroesofágico o la enfermedad de Crohn y son los más eficaces para evitar los síntomas de dispepsia.
Respuesta:
nose pero ayudame
¿Por qué es importante la actividad física como medida preventiva para el cuidado de nuestra salud presente y futura? Señala como mínimo tres ideas que sustenten tu respuesta.
Explicación:
Favorece el tránsito intestinal, regula los hábitos de evacuación y previene el estreñimiento, la diverticulosis y disminuye el riesgo de sufrir cáncer de colon.
Favorece el tránsito intestinal, regula los hábitos de evacuación y previene el estreñimiento, la diverticulosis y disminuye el riesgo de sufrir cáncer de colon.