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Respuesta:
Una mala postura corporal puede causar algunas de las siguientes consecuencias: Dolor de cuello, hombros y espalda. Desalinear huesos y músculos, y afectar el movimiento de las articulaciones. Desgastar la columna vertebral, haciéndola más frágil.
Explicación:
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Respuesta:
Dolor de cabeza. Una mala postura puede tensar los músculos de la parte posterior de la cabeza, del cuello, de la parte superior de la espalda y de la mandíbula. Esto puede hacer que se ejerza presión sobre los nervios cercanos y provocar lo que se conoce como «cefalea tensional o cefalea producida por un espasmo muscular».
Dolor de espalda y de cuello. El dolor y la tensión o la rigidez en la espalda y en el cuello pueden deberse a lesiones y a otras afecciones tales como artritis, hernia de disco y osteoporosis, y la mala postura es un factor frecuente que influye. El dolor de espalda y de cuello puede ser crónico y puede disminuir tu calidad de vida, aunque rara vez la ponen en peligro.
Dolores de rodilla, de cadera y de pies. La debilidad muscular, la rigidez o la falta de equilibrio, la falta de flexibilidad y la mala alineación de las caderas, las rodillas y los pies pueden impedir que la rótula (patela) se deslice suavemente sobre el fémur. La fricción resultante puede provocar irritación y dolor en la parte delantera de la rodilla, una afección conocida como «dolor patelofemoral». La mala alineación del pie y del tobillo también puede desencadenar una fascitis plantar, una afección en la cual la banda gruesa de tejido que conecta el talón con la región metatarsiana (fascia plantar) se inflama, lo que provoca dolor en el talón.
Dolor y pinzamiento en los hombros. El manguito de los rotadores es un grupo de músculos y tendones que conecta la parte superior del brazo con el hombro. La tensión, la debilidad o el desequilibrio muscular asociados con una mala postura pueden provocar que los tendones del manguito de los rotadores se irriten y produzcan dolor y debilidad. Una postura encorvada e inclinada hacia adelante también puede provocar que estos tendones se pincen (pinzamiento). Finalmente, esto puede dar lugar a un desagarro en el tejido del manguito de los rotadores, una lesión más grave que puede causar dolor y debilidad importantes y limitar la capacidad para llevar a cabo las actividades diarias.
Dolor en la mandíbula. Una postura con la cabeza inclinada hacia adelante puede tensionar los músculos que se encuentran debajo de la barbilla y provocar que la articulación temporomandibular se sobrecargue. Esto podría generar dolor, fatiga y un chasquido en la mandíbula, además de dificultad para abrir la boca, dolores de cabeza y dolor de cuello.
Fatiga y problemas respiratorios. Los malos hábitos posturales pueden restringir la caja torácica y comprimir el diafragma. Esto puede reducir la capacidad pulmonar, generando una respiración poco profunda o dificultosa, fatiga y falta de energía, lo que puede afectar tu productividad general.
Mejorar tu postura puede ayudar a evitar o a revertir muchas de estas afecciones. Te sorprenderás al ver cómo puede mejorar tu calidad de vida, con solo pararte un poquito más erguido.
Experimentos
Prueba estos consejos para mejorar tu postura mientras estás de pie, sentado y recostado en la cama, prestando atención a la movilidad de la columna vertebral y al ejercicio de respiración.
Cuando camines, párate derecho. Inhala, levanta los hombros y llévalos hacia atrás; luego exhala y lleva los hombros hacia abajo, como si quisieras tocar ligeramente los bolsillos traseros con los omóplatos.
Prueba realizar inclinaciones pélvicas estando sentado. Siéntate en el borde de una silla, coloca las manos en los muslos internos y descansa los pies sobre el piso. Inhala y balancea la pelvis y las costillas hacia adelante mientras abres el pecho y miras hacia arriba. Exhala, balancea la pelvis y la columna vertebral hacia atrás, y mira hacia abajo, en dirección al piso.
Haz la posición de levantarte o forma un puente hacia atrás. Recuéstate boca arriba en la cama con las rodillas dobladas y los pies apoyados sobre el colchón. Inhala, luego exhala lentamente y curva el coxis para elevar los glúteos y la espina dorsal, una vértebra a la vez, hasta que los omóplatos soporten tu peso. Haz una pausa e inhala, luego exhala lentamente mientras vuelves a bajar la espina dorsal