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Respuesta:La religión en América Latina es mayoritariamente cristiana, principalmente católica, pero el protestantismo se está expandiendo durante los últimos años. En general, la religión es un factor cultural importante en diversos países latinoamericanos.
De acuerdo a un estudio publicado en 2018 por la Corporación Latinobarómetro, los países donde más del 50% de su población se declaran católicos son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, El Salvador y Venezuela.
Explicación:
Respuesta: La religión en América Latina es mayoritariamente cristiana, principalmente católica, pero el protestantismo se está expandiendo durante los últimos años. En general, la religión es un factor cultural importante en diversos países latinoamericanos.
De acuerdo a un estudio publicado en 2018 por la Corporación Latino barómetro, los países donde más del 50% de su población se declaran católicos son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, El Salvador y Venezuela.
En Chile y Uruguay, sin embargo, se evidencia un proceso de secularización acentuado ya que el porcentaje de personas que se identifican como "sin religión" alcanza aproximadamente el 40%, rivalizando con la porción que se identifica como católica. Al mismo tiempo, los países donde menos del 50 % son católicos, pero más del 40 % se declaran evangélicos son Guatemala, Honduras y Nicaragua.
En general, los altos niveles de participación religiosa son más comunes en América Central. Hay una tendencia mayor a que los protestantes, en comparación con los católicos, oren diariamente, asistan a servicios religiosos al menos una vez a la semana y consideren que la religión es muy importante en su vida.
Argentina, Chile y Uruguay son los tres países de la región donde existe la más baja práctica religiosa, el menor porcentaje que considera muy importante la religión, los que menos oran, leen la Biblia u otros textos religiosos o asisten a servicios religiosos. Además, son los países donde un menor porcentaje dona sus ingresos a la iglesia y aquellos que menos adhieren a la práctica del ayuno durante periodos sagrados.