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Los nemátodos y los hongos, juntos, son causantes de enfermedades de tallo y raíz en el maíz, según indica una extensa investigación realizada por la ingeniera agrónoma Margarita Sillon, profesora de Fitopatología y directora de Proyectos de Investigación de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Litoral.
"Ante la escasa información disponible sobre estos problemas sanitarios en la provincia de Santa Fe, comenzamos a realizar estudios de relevamiento de hongos patógenos necrotróficos presentes en cultivos de maíz y de nemátodos presentes en el suelo", indicó.
"Buscábamos determinar la prevalencia de los organismos causales de podredumbre de raíz y tallo para cultivos, según antecesor y zona, y los géneros predominantes de nemátodos en dichas situaciones. Se analizó el impacto de la presencia conjunta de nemátodos y patógenos en la sanidad del cultivo como fundamento de futuras estrategias de manejo de esta problemática a partir de soluciones integrales de protección de semillas", agregó Sillon.
Efectos. Los patógenos de suelo logran afectar a la planta por diferentes razones. Por un lado, el suelo contiene un universo de organismos que interactúan continuamente, entre los cuales algunos tienen la capacidad de vencer las defensas de las plantas. Por otra parte, los estados fenológicos avanzados de los cultivos hacen más propensa la colonización, ya que existen factores de estrés que incrementan la susceptibilidad de las plantas al desarrollo de las enfermedades. Además, las prácticas de manejo de los cultivos y los sistemas de labranzas modifican la dinámica microbiana de las poblaciones y abren vías directas de infección.
Enemigos identificados. Un buen ejemplo es el daño que produce el nemátodo conocido como Pratylenchus sp , que favorece infecciones secundarias de Fusarium ya que el hongo ingresa a través de las galerías que quedan en las raíces; otro ejemplo es el nemátodo de la Agalla o Meloidogyne sp , que produce infecciones secundarias de Rhizoctonia, Pythium y Fusarium.
"Hasta hace poco se creía que solamente las heridas permitían la entrada de los patógenos a la planta, pero nuevos estudios demostraron que en realidad es la modificación de los sustratos lo que permite la interacción", advirtió Sillon.
"Después de que actúan los nemátodos, es el turno de muchas variedades de hongos que pueden invadir los tejidos del cultivo en estados avanzados, entre ellos: fusarium graminearum (forma asexual), giberella zeae (forma sexual), fusarium verticilloides (Syn. F. moniliforme), stenocarpella spp. (Diplodia spp.) y colletotrichum graminícola", apuntó.
Además, las bacterias ingresan a las plantas con facilidad en el lugar donde lesionan los nemátodos y se modifica el tejido, lo que posibilita el avance de más bacterias.
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