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Respuesta:
El sector primario concentra todas las actividades orientadas a la obtención de materias primas. Esto se traduce en que, en entornos ricos en recursos, como África, este sector conforma la columna vertebral de la economía y del mercado de trabajo. Por ello, no es de extrañar que sea el sector que más está sufriendo los efectos de la crisis del Covid-19.
Pero ¿cómo es posible que África, siendo poseedora de una gran cantidad de recursos, se enfrente a grandes retos de abastecimiento? A continuación, tratamos de dar respuesta a esta pregunta explorando las actividades productivas básicas del continente africano: agricultura, ganadería y pesca.
Pesca, ganadería y agricultura
Agricultura
Más del 60% de la población activa en África trabaja en la agricultura y casi un tercio del PIB africano proviene de este sector. El continente africano alberga el 60% de la tierra cultivable del mundo. Sin embargo, África importa anualmente casi 50.000 millones de dólares en alimentos, y casi el 80% de los terrenos cosechables del continente no se trabajan.
Ganadería
Si la agricultura ostenta el papel protagonista dentro de la economía africana, la ganadería no se queda atrás. El refuerzo de las actividades ganaderas como fuente de alimentación puede mejorar notablemente la seguridad alimentaria de África subsahariana.
Una inversión bien dirigida dentro de este sector puede permitir a los pequeños ganaderos vender los excedentes, generando ingresos y disminuyendo su independencia del extranjero, orientándose especialmente a la producción de leche, carne y huevos, productos que, debido a la urbanización y el (ligero) aumento de los ingresos de los/as africanos/as han aumentado su demanda.
Pesca
De vital importancia para los 30 países africanos subsaharianos costeros, este sector se ha visto gravemente afectado por el cambio climático, la contaminación de las aguas y la sobreexplotación de zonas de pesca por parte de Estados occidentales, mermando la capacidad de los pescadores y pescadoras locales. Otro problema es la pesca clandestina, que, en cifras de la FAO, supone el 40% del total en África occidental y el 20% del África oriental