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La contabilización de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial ha sido objeto de numerosos estudios, que normalmente ofrecen estimaciones de entre 50 y 60 millones de personas fallecidas, elevándose hasta más de 100 millones según los cálculos más pesimistas y de 40 a 45 millones según los más optimistas. Entre las víctimas mortales se cuentan tanto combatientes como también, y principalmente, población civil, víctima de la propia violencia de los enfrentamientos armados,
Explicación:espero te sirva
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Un siglo atrás, el 28 de junio de 1914, un joven serbio-bosnio asesinó al Archiduque Francisco Fernando del Imperio Austrohúngaro, heredero al trono.
La minoría de origen serbio de Bosnia -que integraba dicho imperio- pugnaba por la unificación con Serbia.
El Imperio Austrohúngaro exigió, a través de un ultimátum, que su policía investigara en Serbia a la organización a la cual pertenecía el terrorista.
Ante la negativa del gobierno serbio, antes de finalizar el mes tropas austrohúngaras entraron en Serbia, lo que implicó el inicio de la guerra entre los dos estados. El Zar de Rusia, el país eslavo más importante, salió en apoyo del país eslavo agredido -Serbia-, declarando la guerra al Imperio Austrohúngaro.
El Imperio Alemán le declaró entonces la guerra a Rusia, en apoyo del Imperio Austrohúngaro.
A su vez Francia, que tenía un tratado de alianza militar con Rusia, entró en la guerra contra los Imperios Alemán y Austrohúngaro. Italia, que había librado parte de su guerra de unificación contra los austríacos, entró en la guerra junto a Francia y Rusia.
Semanas después y no sin algunas dudas, el Imperio Británico entró en guerra junto a Francia y Rusia contra las potencias centrales.
El Imperio Otomano (turco), enfrentado con los intereses británicos en Oriente Próximo, entró en guerra junto a Alemania y el Imperio Austrohúngaro. La guerra se extendió a los territorios coloniales de Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia. Finalmente, dos años más tarde Estados Unidos entraría en guerra junto a Gran Bretaña, Francia, Rusia e Italia. La guerra se mundializó así en pocas semanas y en ella murieron cerca de 10 millones de soldados y 7 millones de civiles, por hambrunas, enfermedades y lo que hoy se denomina “daños colaterales”.
En perspectiva, dio inicio a lo que el historiador Eric Hobsbawm denominó el “Siglo XX corto”, que en su visón finalizó en 1989 con la caída del muro y el fracaso del comunismo. Se trata de un período particular de la historia en el cual el híper-nacionalismo llevó a catástrofes sin precedentes como las dos guerras mundiales y el estallido atómico. Al finalizar esta guerra desaparecieron cuatro imperios: el ruso, el austrohúngaro, el alemán y el otomano, y comenzó la declinación del británico.
¿Hubieran actuado de la misma manera los líderes políticos que entraron en guerra a medios de 1914 de haber sabido lo que sucedería? Probablemente no. El inicio de la Primera Guerra Mundial, que desató un hecho “imponderable” como fue el asesinato cometido por Gavrilo Princip, será un antecedente necesario de la Segunda Guerra Mundial y trastocará los imperios que todavía, a comienzos del siglo XX, gobernaban en gran parte del mundo.
Sin duda, la toma de decisiones erróneas que entre el 28 de junio y el 3 de agosto de 1914 produjo el encadenamiento que llevaría a la Primera Guerra Mundial, fue un conjunto de graves errores de cálculo por parte de los líderes políticos del momento.
La política tiene como materia los imponderables y los errores de cálculo y mirar la historia puede servir para evitarlos, aunque la memoria política suele ser frágil, como sucedió con las decisiones de los líderes políticos europeos hacia fines de los años treinta.
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