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Respuesta:
E
n mi colegio, desde que era muy chiquita, me enseñaron
que el viernes era el día de la limpieza. Durante la última
hora de clase, guardábamos los cuadernos y nos poníamos
a ordenar el salón. Cada uno de mis compañeros tenía una
responsabilidad: unos barrían, otros limpiaban las ventanas, un
grupo le quitaba el polvo a las carpetas. Al final del día, acumulábamos unas bolsas de basura gigantes y negras que, luego, echábamos al tacho. Así lo hicimos por muchos años. Hasta el día en
que conocimos a Albina Ruiz.
Ella es una ambientalista que fundó una organización
que se llama Ciudad Saludable. Su objetivo, como su nombre
lo dice, es limpiar nuestra ciudad: ha trabajado con recicladores que laboran en las calles y botaderos y ha apoyado a crear
sus asociaciones que se dedican a recolectar y vender residuos
reciclables. También se dedica a enseñarles a los alumnos de
colegios, como el mío, acerca del impacto de la basura que
tiramos y cómo la debemos administrar. Albina llegó a mi
colegio por invitación de mi profesora. “Ella es la tercera
invitada de nuestro proyecto: Buscando al estudiante héroe”,
dijo, mientras la hacía pasar al salón. Nosotros, justamente, estábamos juntando las enormes bolsas de
basura negra. Lo primero que nos dijo fue que le
parecía muy bien que limpiáramos nuestro salón,
Explicación: