cual es la diferencia entre los animales y los humanos ayuda plis​

Respuestas

Respuesta dada por: esteflinaresr
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Respuesta:

Los humanos podemos hablar, cosa que los animales no, además nuestro físico son diferentes

Respuesta dada por: ximefer910
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Respuesta:

RESUMEN:

El concepto “animal” no suele ser dilucidado, es decir, cómo y por qué podemos hablar de algo así como “animales”. En el camino de comprender cómo llegan los animales humanos a distinguirse de otros animales hemos examinado la propuesta de Bimbenet, Heidegger, de Rousseau y la de Lévi-Strauss, así como otras propuestas de antropología empírica, como las de Washburn y Moore y la de Lee Berger. Es necesario decidir filosóficamente si lo que se distingue es un hecho o un criterio puesto por el investigador.

Palabras clave: zoofilosofía; diferencia antropológica; epistemología de los animales; relación con los animales; evolución.

ABSTRACT:

The concept “animal” is not frequently analysed, neither the fact of how we can speak about something as “animals”. On the road leading to come to understanding of how human beings distinguish themselves from other animals, we have examined the proposals of Bimbenet, Heidegger, Rousseau and Lévi-Strauss as well as those of the empirical anthropologists Washburn and Moore, and the one of Lee Berger. It is necessary to decide whether what is distinguished is a fact or a criteria settled by the researcher.

Keywords: Zoo philosophy; anthropological difference; animal epistemology; relations with animals; evolution.

Muy lejos de ser una moda contemporánea, la literatura filosófica sobre los animales es tan antigua y amplia como la filosofía misma (Fontenay 1998), trabajo en el que muchas veces se discute sobre las características de los animales con la finalidad de proponer algo que los distinga de los humanos. Este aspecto, y otros, han sido examinados por numerosos autores. Así, por ejemplo: las características vitales de los animales fueron analizadas por Aristóteles (On the soul y Parvia Naturalia, 1957); su supuesta (in)capacidad sensible recibió la atención de Descartes (Méditations sur la philosophie première, 2012 [1641]); su capacidad de aprendizaje ocupó un trabajo entero de Condillac (Traité des animaux, 2012 [1755]); Heidegger estudió el tipo de existencia animal (Grundbegriffe der Metaphysik, 1992 [1930], así como también lo hizo, en tiempos más cercanos, Florence Burgat (Une autre existence, 2012); los derechos de los animales han sido tratados por Singer (Animal liberation, 1991) y por Tom Regan (The case for animal rights, 1983); la historicidad de la diferencia fue tema de Agamben (Lo abierto, 2006); a la duda sobre lo que es la animalidad y la humanidad dedicó Derrida uno de sus últimos trabajos (L’animal que donc je suis, 2006); Bimbenet vuelve sobre nuevas bases sobre la diferencia antropológica (Bimbenet 2011); Gaffoglio se ha ocupado del resquebrajamiento de lo humano y de lo animal en el campo jurídico (2014); y los criterios de relación jurídico-política entre humanos y animales fueron tratados recientemente por Donaldson y Kymlicka (Zoopolis, 2011)1.

La zoofilosofía, por tanto, está bien asentada en la tradición filosófica. La reciente multiplicación de trabajos filosóficos sobre los animales no corresponde, en consecuencia, tanto a una novedad temática, como al hecho de que en las últimas décadas este tema ha tomado conciencia de sí en la filosofía, reclasificando en un mismo tema -zoofilosofía- discusiones que previamente fueran asignadas a otros campos disciplinarios o sub-disciplinarios. Los mencionados autores aceptan la existencia de diferencias entre humanos y animales, unos de manera gradual, a veces poco perceptibles, otros como características completamente distintas y sin continuidad. Ahora bien, el hecho epistemológico del nacimiento de lo animal como campo conceptual no siempre es dilucidado; no se dilucida cómo y por qué podemos hablar de algo así como “animales”, lo que deja también bajo cierta oscuridad el tipo de vínculo que mantienen o deben mantener los animales humanos con los animales no humanos. Por eso, entre las posibilidades de la zoofilosofía que hemos nombrado precedentemente queremos centrarnos en la distinción o semejanza entre animales y humanos. Aristóteles, Descartes o incluso Heidegger suelen fundar esa distinción en la observación, empírica o fenomenológica, con o sin reducción o epoké, de ciertos rasgos morfológicos, de comportamiento, de capacidad de conocimiento o existenciales, dando prioridad a cuál es la diferencia antropológica sobre el cómo se constituye. .

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