Comenzamos nuestro camino. [...] Y, como me viese de buen in-
genio, se regocijaba y decía:
Yo oro, ni plata no te puedo dar; mas avisos para vivir, mu-
chos te mostraré.
Y fue así, que, después de Dios, éste me dio la vida, y siendo
ciego me alumbró y adiestró en la carrera de vivir.
[...]
En su oficio era un águila. Ciento y tantas oraciones sabía de co-
rrido. Un tono bajo, reposado y muy sonable, que hacía resonar la
iglesia donde rezaba; un rostro humilde y devoto ponía cuando re-
zaba, sin hacer gestos con boca ni ojos, como otros suelen hacer.
Decía saber oraciones para muchos y diversos efectos. [...] Con es-
to andaba todo el mundo tras él, especialmente mujeres, que cuan-
to les decía, creían. De éstas sacaba él grandes beneficios y gana-
ba más en un mes que cien ciegos en un año.
Mas también quiero decir que jamás vi hombre tan avariento ni
mezquino; tanto que me mataba de hambre y, para remediarlo, le
hacía burlas endiabladas, de las cuales contaré algunas.
El traía el pan y todas las otras cosas en un saco de lienzo, que
cerraba con un
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y en qué país vives??------
gabyabril82:
y pudistes
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