Respuestas
Respuesta:[1]Para esto, Él llamó a Moisés.
Dios llamó a Moisés mientras él estaba trabajando. El relato de cómo ocurrió comprende seis elementos que forman un patrón evidente en las vidas de otros líderes y profetas en la Biblia. Por lo tanto, es provechoso examinar esta narrativa del llamado y considerar sus implicaciones para nosotros actualmente, especialmente en el contexto de nuestro trabajo.
Primero, Dios confrontó a Moisés y llamó su atención por medio de la zarza ardiente (Éx 3:2-5). Un incendio forestal en una zona semidesértica no es nada especial, pero Moisés se maravilló por la naturaleza de este en particular. Él escuchó su nombre y respondió, “heme aquí” (Éx 3:4). Esta es una declaración de disponibilidad, no de ubicación. Segundo, el Señor se presentó a Sí mismo como el Dios de los patriarcas y comunicó Su intención de rescatar a Su pueblo de Egipto y traerlos a la tierra que le había prometido a Abraham (Éx 3:6-9). Tercero, Dios comisionó a Moisés a que fuera a Faraón y liberara al pueblo de Dios de las manos de Egipto (Éx 3:10). Cuarto, Moisés refutó (Éx 3:11). Aunque había escuchado una poderosa revelación de quién estaba hablándole en ese momento, su preocupación inmediata fue “¿quién soy yo?” Dios respondió confortando a Moisés cuando le promete Su presencia (Éx 3:12a). Finalmente, Dios habló de una señal de confirmación (Éx 3:12b).
Estos mismos elementos están presentes en varios relatos de otros llamados en la Escritura, por ejemplo en el llamado de Gedeón, Isaías, Jeremías, Ezequiel y algunos de los discípulos de Jesús. Esta no es una fórmula estricta, ya que muchos otros llamados en la Escritura siguen un patrón diferente, pero sí sugiere que el llamado de Dios viene con frecuencia por medio de una serie extensa de encuentros que con el tiempo, guían a una persona en el camino de Dios
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