• Asignatura: Salud
  • Autor: yovananietoreyes2
  • hace 3 años

Apenas su mamá salió a la calle, Perico se abalanzó hacia la cocina de kerosén y hurgó en una de las
hornillas malogradas. ¡Allí estaba! Extrayendo la bolsita de cuero, contó una por una las monedas y constató,
asombrado, que había cuarenta soles.
Se echó veinte al bolsillo y guardó el resto en su lugar. Ajustándose los zapatos, salió hacia la calle.
En el camino fue pensando si invertiría todo su capital o sólo parte de él. Y el recuerdo de los merengues
blancos, puros, vaporosos- lo decidieron por el gasto total. Hacía ya varios meses que iba a la pastelería de la
esquina y sólo se contentaba con mirar. El dependiente ya lo conocía y siempre que lo veía entrar lo consentía
un momento para darle luego un coscorrón y decirle:
-¡Quita de acá, muchacho, que molestas a los clientes!
Y los clientes, que eran hombres gordos con tirantes o mujeres viejas con bolsas, lo aplastaban, lo pisaban
y desmantelaban bulliciosamente la tienda.
Cuando llegó a la pastelería, había muchos clientes. Esperó que se despejara un poco el mostrador, pero no
pudo resistir más y comenzó a empujar. Ahora no sentía vergüenza alguna y el dinero que empuñaba lo revestía
de cierta autoridad. Después de mucho esfuerzo, su cabeza apareció en primer plano, ante el asombro del
dependiente.
-¡Ya estás aquí! ¡Vamos saliendo de la tienda!
-¡Veinte soles de merengue! -reclamó Perico.
Algunos lo miraban, intrigados, pues era hasta cierto punto sorprendente ver a un rapaz de esa calaña
comprar tan empalagosa golosina en tamaña proporción.
-¿No ha oído? -Insistió Perico- ¡Quiero veinte soles de merengues!
El empleado se acercó está vez y le tiró de la oreja.
-¿Está bromeando, palomilla?
Perico se agazapó.
-¡A ver, enséñame la plata!
Sin poder disimular su orgullo, echó sobre el mostrador el puñado de monedas. El dependiente contó el
dinero.
-¿Y quieres que te dé todo esto por merengues?
-Sí -replicó Perico con una convicción que despertó la risa de algunos circunstantes.
Perico se volvió. Al notar que era observado, se sintió abochornado. Pero como el pastelero seguía
atendiendo a otros clientes, repitió:
-Deme los merengues -pero esta vez su voz había perdido vitalidad y Perico comprendió que, por razones
que no alcanzaba a explicarse, estaba pidiendo casi un favor.
-¿Quién te ha encargado que compres esto?
-Mi mamá.
-Debes haber oído mal. ¿Veinte soles? Anda a preguntar de nuevo o que te lo escriba en un papelito.
Perico quedó un momento pensativo. Extendió la mano hacia el dinero y lo fue retirando lentamente. Pero
al ver los merengues a través de la vidriera renació su deseo, y ya no exigió sino que rogó con una voz
quejumbrosa:
-¡Deme, pues, veinte soles de merengues!
Al ver que el dependiente se acercaba airado, pronto a expulsarlo, repitió conmovedoramente:
-¡Aunque sea diez soles, nada más!
El empleado, entonces, se inclinó por encima del mostrador y le dio el cocacho acostumbrado, pero a Perico
le pareció que esta vez llevaba una fuerza definitiva.
Perico salió furioso de la pastelería. Con el dinero apretado entre los dedos y los ojos húmedos, vagabundeó
por los alrededores.
Pronto llegó a los barrancos. Sentándose en lo alto del acantilado, contempló la playa. Le pareció en ese
momento difícil restituir el dinero sin ser descubierto y maquinalmente fue arrojando las monedas, una a una,
haciéndolas tintinear sobre las piedras. Al hacerlo, iba pensando que esas monedas nada valían en sus manos,
y en ese día cercano en que, grande y terrible, cortaría la cabeza de todos esos hombre gordos, de todos los
mucamos de las pastelerías y hasta de los pelícanos que graznaban indiferentes a su alrededor.
JULIO RAMÓN RIBEYRO (Adaptación)
Competencia: Lee diversos tipos de textos escritos en su lengua
materna.Busca en tu diccionario el significado de las siguientes palabras:
hurgó
desmantelaban
rapaz
empalagosa
agazapó
circunstantes
1. ¿Quién era Perico y qué intentaba hacer extrayendo las monedas de su madre?
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2. Cuando Perico mostró las veinte monedas al vendedor ¿por qué crees que éste no lo atendía?
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3. ¿Qué hizo Perico al recibir el "cocacho" acostumbrado? ¿Cómo se sentía?
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4. ¿Qué pensaba Perico mientras arrojaba las monedas?
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5. ¿Qué mensaje rescatarías de la lectura?
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6. ¿Crees que Perico era un niño con valores? ¿Cuáles tenía y cuáles no?
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En branly

Respuestas

Respuesta dada por: luz3275
8

Respuesta:

Perico era un niño y el intenta comprar meregues con las monedas de su madre esa es la 1

el pastelero no que ria etender a Perico porque creia que no tenia dinero esa es la 2

al recibir el cocacho acostumbrado se sintio sorprendido y avergonzado esa es la 3

que las monedas no valian nada en susu manos y que algun dia se vengaria esa es la 4

la 5y6 son tu propia respuesta

si te sirvio de algo dame coronita

Respuesta dada por: pipebenavides28
5

Respuesta:

1 comprar merengues

2 porque estaba enojado el csm

3 mal c sentía como un qlo

4 que las monedas no valían nada en sus manos

5 que hay valores que necesitamos aprender en el momento de familiarizarnos con las demás personas

6 si pero no los usaba ya que era grosero cuando pidió los merengues no se mostro ningún valor

Explicación:

espero te sirva si hay algo mal házmelo saber porfa y lo intentare solucionar perdón si no te ayudo :(


yovananietoreyes2: ya lo hize hace unoes meses xd pero gracias
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