• Asignatura: Historia
  • Autor: wendydgycalaberita
  • hace 3 años

Explica por que elegiste esa respuesta.

En la segunda mitad del siglo XIX, los Estados alemán e italiano consolidaron sus procesos de unificación interna. El surgimiento de estos países alteró el equilibrio de poder en Europa, pues ambos Estados poseían una notable fortaleza económica y una fuerte influencia en los procesos políticos del continente. *
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Respuestas

Respuesta dada por: nicrejondavid
4

Vamos a centrarnos en los tres casos más importantes.

1) La unificación italiana

A mediados del siglo XIX no existía un país llamado Italia. Lo que hoy es Italia era un conjunto de pequeños independientes. Los más importantes eran:

el Reino de Piamonte, en el noroeste;

los Estados Pontificios (o sea los dominios del Papa) en el centro;

el Reino de Nápoles y Sicilia (o Reino de las Dos Sicilias) en el sur.

Además, el nordeste de Italia estaba en manos del Imperio Austríaco.

Pero todos estos territorios compartían una misma Historia y una lengua común: el italiano. Por eso desde comienzos del XIX surgió un fuerte movimiento nacionalista que tenía

De esa forma, Victor Manuel II se convirtió en el primer Rey de Italia. En 1870, con la conquista de Roma, se completó la unificación del Reino de Italia.

Los protagonistas de la unificación italiana

Giuseppe Garibaldi Victor Manuel II Cavour

Giuseppe Garibaldi (1807-1882), líder revolucionario de la unificación italiana, vistiendo la camisa roja

Imagen en Gallica. Dominio público

Victor Manuel II, primer Rey de Italia entre 1861 y 1878

Imagen en Gallica. Dominio público

Conde de Cavour (1810-1861), Primer Ministro del Piamonte

Imagen en Gallica. Dominio público

2) La unificación de Alemania

A mediados del XIX tampoco existía un país llamado Alemania. Lo que había en el centro de Europa era una extensa asociación de Estados que se llamaba la Confederación Germánica. Algunos de ellos además tenían una Unión Aduanera, de forma que sus productos no pagaban aduana al pasar la frontera.

Todos estos países compartían también una Historia y una lengua común: el alemán. Por eso surgió aquí también un movimiento nacionalista que quería la unificación.

Dos países lideraban la Confederación Germánica y eran rivales entre sí:

el Reino de Prusia;

el Imperio Austríaco.

El proceso de unificación alemana se prolongó entre 1866 y 1871. No fue el resultado de una revolución, sino de la iniciativa política del Rey de Prusia, Guillermo I, y de su primer ministro, Otto von Bismarck. Su estrategia consistió en provocar una serie de guerras cuyo objetivo era convertir a Prusia en el líder de los países alemanes y alejar de ellos la influencia del Imperio Austríaco.

Este segundo objetivo se logró en 1867, cuando el Imperio Austríaco fue derrotado por Prusia. Para unir a todos los estados alemanes en una causa común, Prusia provoco una guerra contra el rival tradicional de los alemanes: Francia. En 1871 el Imperio Francés fue derrotado. En el Palacio de Versalles (donde, si recuerdas, había estado la corte de los reyes franceses), se firmó la creación de un nuevo Estado: el II Imperio Alemán. El Rey de Prusia se convirtió así en el Emperador de Alemania (el Kaiser, como se dice en alemán).

Los ganadores y los perdedores de la unificación alemana

Otto von Bismarck Guillermo I con su alto mando Napoleón III y su esposa

Otto von Bismarck (1815-1898), primer ministro de Prusia y Alemania, llegó ser el político más influyente de Europa.

Imagen en Gallica. Dominio público

Guillermo I (en el centro) se convirtió en el primer emperador de Alemania (1871-1888).

Imagen en Gallica. Dominio público

A partir de 1871, el lugar más inestable de Europa fue la región de los Balcanes, en el s

Campamento con artillería Barcos en un puerto de Crimea

Campamento en Crimea con carros de artillería (detalle)

Library of Congress. Sin restricciones de publicación conocidas

Barcos de vela y de vapor en un puerto de Crimea (detalle)

Library of Congress. Sin restricciones de publicación conocidas

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