Respuestas
Respuesta:
Realmente, ni él sabía explicárselo, ni Benina entenderlo; pero el observador atento bien puede entrever en aquella singular querencia un caso de atavismo o de retroacción instintiva hacia la antigüedad, buscando la semejanza geográfica con las soledades pedregosas en que se inició la vida de la raza... ¿Es esto un desatino?
Sus ojos encontraban también una semejanza fraternal en el cuello esbelto y ligeramente inclinado, lo mismo que el vástago de una flor que se ladea graciosamente bajo su peso; en las manos de blancura de hostia, con uñas abombadas y brillantes, parecidas a pétalos de rosa.
Oh Dios mío, qué semejanza tan extraordinaria!
Llega el Médico, que solo se gobierna por la semejanza exterior de las cosas, y luego juzga que es dolor cólico, y aplicándole los remedios específicos de esta enfermedad, no solo no la cura, sino que la empeora.
Respuesta: En tres consecutivas ocasiones, al pasar a caballo por delante de la casa de su pupila, había visto el severo tutor a un individuo que rondaba alrededor del edificio y que al verle escurrió el bulto, no sin que Amaury notase una perfecta semejanza entre él y su ex amigo Felipe.
Una extraña semejanza acababa de herirle, y una idea rara cruzaba su cerebro como la sombra de un pájaro extravagante.
Don Antonio ignora esta circunstancia, y se desespera tanto al saber su desaparición, que se queja amorosamente á su hermana, engañado por su singular semejanza.
No es fuera de propósito recordar aquí las semejanzas notables que representan los argentinos con los árabes.
--Dime tú, entre tanto, ¿por qué te alegrabas de que fuera borrándose aquella supuesta semejanza?
Explicación: En otro lugar, buscando si el alma conoce las cosas inmateriales en las razones eternas, (in rationibus æternis), dice que la luz intelectual, que hay en nosotros, es una semejanza participada de la luz increada, en que se contienen las razones eternas.
Todas las mujeres que yo llevaba tratadas en el mundo, con más o menos intimidad, como formadas en un mismo plantel y educadas con unos mismos fines, salvas muy importantes diferencias plásticas, de esas que tocan más al cuerpo que al espíritu del observador, me habían dado en definitiva una suma de semejanzas morales que llegó a parecerse a la monotonía, según mi manera particular de ver esas cosas; y de aquí, es decir, de esa condición mía, de la desgracia o de la fortuna de no haber sido formada mi naturaleza del mismo barro que la de otros hombres llamados impresionables la falta de verdadera curiosidad y, por consiguiente, de hondo interés hacia aquellas mujeres, a pesar de haber vivido con ellas en continuo trato.
Tal vez no eran iguales; pero él los llevaba abiertos y brillantes en su imaginación, y la más leve semejanza le hacía creer en una identidad completa.
Su rostro violáceo adquirió cierta semejanza interesante con el de un ahorcado.
Podría decirse que algún sueño del pasado, alguna semejanza imaginaria, se despierta á medias en las nubes de aquella memoria fatigada, en cuyo seno flotan las imágenes confusas de todo un siglo. ¡