Respuestas
Respuesta:
¿Por qué se produce la erosión?.
Las causas de la erosión del suelo pueden ser diversas y entre las principales se destacan:
El movimiento del agua. En forma de lluvias, de ríos o de corrientes marinas, el agua golpea contra el suelo y desprende parte de la superficie, que es arrastrada por la corriente.
El movimiento del viento. El golpe de los fuertes vientos contra el suelo, desprende partículas y restos de la superficie (en forma de polvo, de arena o de rocas) y los traslada.
El movimiento de rocas y glaciares. El desprendimiento de hielo en los glaciares o de rocas que descienden desde lo alto de una ladera, provoca desgaste o grietas a su paso.
La exposición a temperaturas extremas. Las condiciones climáticas de extremo calor o frío que se manifiestan durante un tiempo prolongado, alteran la superficie del suelo y provocan grietas o rupturas que facilitan su desgaste.
El uso y abuso de la tierra por parte del humano. La actividad humana desmedida, como la agricultura intensiva o la construcción de zonas urbanas, provoca el deterioro del suelo, en muchos casos, con daños irreversibles.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Las principales consecuencias de la erosión del suelo a causa del accionar humano, implican:
La pérdida de rendimiento de la tierra fértil para la sostenibilidad de los ecosistemas agrícolas y para la productividad de la tierra.
El aumento de la contaminación y la sedimentación de arroyos y de ríos, provoca la disminución de las especies que viven allí.
La desertificación del suelo convierte al terreno en una zona árida o no apta para la vida (por la falta de agua, de vegetación y de alimento).
La reducción de la capacidad de filtrado en los suelos desertificados puede generar inundaciones en la zona.
El desequilibro del ecosistema genera pérdida de la biodiversidad, es decir, de las poblaciones animales y vegetales.
El clima global es alterado, en gran medida, por la reducción de los bosques que tienen la capacidad de absorber el dióxido de carbono.
Explicación:
Respuesta:
La erosión es el proceso de morfogénesis que consiste en el desgaste de la superficie terrestre o el cambio del suelo mediante un acto natural en el cual las rocas y el terreno mismo se desprenden y trasladan de un sitio a otro, debido a la acción del viento y del agua, por ríos o lluvias, provocando a su vez el cambio del paisaje.
Las consecuencias del deterioro del suelo no pueden ser más fatal para la biodiversidad, ya que el ecosistema sufre un desequilibrio importante al perder muchas de sus especies endémicas.