Respuestas
Respuesta:
Tras un largo periodo de desconfianza debido al origen pagano de la ciencia, a partir de san Agustín la Iglesia acaba por adoptar la ciencia como rama auxiliar de la teología, asumiendo esta, de hecho, una cosmovisión y una razón de ser impuesta por los teólogos. Las tentativas medievales de construir una ciencia independiente no sobreviven a los censores y los grandes visionarios de los siglos XV y XVI, tolerados en algún momento, son víctimas de la reacción postridentina. Sólo las matemáticas, por su carácter de pensamiento abstracto, continúan su camino al margen de todo esto, hasta que finalmente también les tocó su turno, pues en ellas se apoyaron Copérnico y la ciencia mecanicista para decir que la Tierra gira sobre sí misma. La actitud de la Iglesia hacia la ciencia sigue siendo aún hoy objeto de numerosas controversias.
Desde san Pablo, entre las dos vías de acceso a la verdad la revelación y la ciencia, la síntesis de ambas se ha intentado en alguna ocasión, pero sin llegar a realizarse nunca. En el siglo XVII, nació la ciencia moderna como tal. Galileo, su principal iniciador, reivindicó la autonomía de la ciencia para descifrar el libro de la naturaleza. Su condena, en 1633, por el tribunal del Santo Oficio es el punto de partida del gran malentendido entre la Iglesia y la ciencia.
Explicación:
Después de un largo período de incredulidad debido al origen de la ciencia pagana, desde St. Agustín, la iglesia teológicamente de la ciencia, asume por qué esta es realmente una cosmovisión y los teólogos no están de acuerdo en acusarlos. Se decidió considerarlo como una rama adicional de apoyo. Los intentos de establecer una ciencia independiente no resistieron a los perpetradores y la predicción de los siglos XV y XVI, que había sido tolerada durante algún tiempo, fue víctima de las secuelas de la influencia de Trient. Debido a la naturaleza de su estado de ánimo, simplemente continuó su viaje junto con todo esto, hasta el final, ya que la ciencia y la técnica copernicanas dependían de ellos para hacer girar la Tierra. También es de ellos. La actitud de la Iglesia hacia la ciencia sigue siendo controvertida hasta el día de hoy.