Respuestas
Respuesta:
La minería puede brindar importantes beneficios económicos. Esto reviste especial
importancia para aquellos países y regiones pobres carentes de otras fuentes de desarrollo y
que, en otras circunstancias, no serían atractivos para la inversión. Es probable que, cumplidas
ciertas condiciones –como un marco legal y político adecuado, un nivel aceptable de
estabilidad política y derechos de propiedad bien definidos–, los inversionistas extranjeros se
sientan atraídos hacia depósitos ricos en minerales.
En los últimos diez años, se ha hecho mucho por establecer marcos propicios para la
inversión minera, sobre todo en los países en desarrollo. En gran medida esto se ha logrado
gracias a la intervención del Banco Mundial. Lo anterior ha generado un importante flujo de
inversión, lo que crea nuevas oportunidades como también nuevos desafíos. Las
oportunidades incluyen el ingreso de divisas fuertes en economías donde éstas son escasas,
mayores ingresos del Estado, puestos de trabajo, mayor calidad en la educación y los
conocimientos técnicos, además del desarrollo de infraestructura tal como carreteras, tendido
eléctrico y telecomunicaciones.
Aunque muchos países han obtenido grandes beneficios de la extracción de minerales, por
distintas razones, otras naciones no han logrado capitalizar las oportunidades dadas por la
minería. La capacidad para administrar la riqueza mineral de manera eficaz ha sido más lenta
que la capacidad para atraer la inversión. Un desafío clave para muchos países ahora es
elaborar marcos políticos para asegurar la captación de la riqueza mineral y la generación de
beneficios duraderos para las comunidades locales y el grueso de la población. Este marco
debe reconocer que la producción de un yacimiento determinado tiene una duración finita;
cuando la mina cierre, es fundamental que quede algo para mostrar en valores mejorados u
otra forma de capital.
Un desafío mayor para los países productores consiste en ser capaces de aumentar el valor
agregado de los minerales. En especial, se deben dar mayores oportunidades a los países en
desarrollo para que logren esto. Los mercados que reciben productos primarios no tienen por
qué discriminar los productos que han sido sometidos a un mayor procesamiento en el país
exportador.
La producción de minerales genera poder a aquellos que participan en la actividad –y
posiblemente competencia para acceder a él. En países en que la gobernanza es débil, esto
puede tener un efecto corrosivo en la vida social y política, a veces relacionado con
corrupción y abusos a los derechos humanos.Además, puede exacerbar tensiones sociales no
resueltas, incluyendo problemas entre la autoridad local y la autoridad nacional. El marco
político debe brindar los medios para asegurar el respeto de los diversos derechos e intereses
y la resolución de los conflictos que se presenten.
Explicación:
Espero que te sirva
Respuesta:
La minería puede brindar importantes beneficios económicos. Esto reviste especial
importancia para aquellos países y regiones pobres carentes de otras fuentes de desarrollo y
que, en otras circunstancias, no serían atractivos para la inversión. Es probable que, cumplidas
ciertas condiciones –como un marco legal y político adecuado, un nivel aceptable de
estabilidad política y derechos de propiedad bien definidos–, los inversionistas extranjeros se
sientan atraídos hacia depósitos ricos en minerales.
En los últimos diez años, se ha hecho mucho por establecer marcos propicios para la
inversión minera, sobre todo en los países en desarrollo. En gran medida esto se ha logrado
gracias a la intervención del Banco Mundial. Lo anterior ha generado un importante flujo de
inversión, lo que crea nuevas oportunidades como también nuevos desafíos. Las
oportunidades incluyen el ingreso de divisas fuertes en economías donde éstas son escasas,
mayores ingresos del Estado, puestos de trabajo, mayor calidad en la educación y los
conocimientos técnicos, además del desarrollo de infraestructura tal como carreteras, tendido
eléctrico y telecomunicaciones.
Aunque muchos países han obtenido grandes beneficios de la extracción de minerales, por
distintas razones, otras naciones no han logrado capitalizar las oportunidades dadas por la
minería. La capacidad para administrar la riqueza mineral de manera eficaz ha sido más lenta
que la capacidad para atraer la inversión. Un desafío clave para muchos países ahora es
elaborar marcos políticos para asegurar la captación de la riqueza mineral y la generación de
beneficios duraderos para las comunidades locales y el grueso de la población. Este marco
debe reconocer que la producción de un yacimiento determinado tiene una duración finita;
cuando la mina cierre, es fundamental que quede algo para mostrar en valores mejorados u
otra forma de capital.
Un desafío mayor para los países productores consiste en ser capaces de aumentar el valor
agregado de los minerales. En especial, se deben dar mayores oportunidades a los países en
desarrollo para que logren esto. Los mercados que reciben productos primarios no tienen por
qué discriminar los productos que han sido sometidos a un mayor procesamiento en el país
exportador.
La producción de minerales genera poder a aquellos que participan en la actividad –y
posiblemente competencia para acceder a él. En países en que la gobernanza es débil, esto
puede tener un efecto corrosivo en la vida social y política, a veces relacionado con
corrupción y abusos a los derechos humanos.Además, puede exacerbar tensiones sociales no
resueltas, incluyendo problemas entre la autoridad local y la autoridad nacional. El marco
político debe brindar los medios para asegurar el respeto de los diversos derechos e intereses
y la resolución de los conflictos que se presenten.
Explicación:
La minería puede brindar importantes beneficios económicos. Esto reviste especial
importancia para aquellos países y regiones pobres carentes de otras fuentes de desarrollo y
que, en otras circunstancias, no serían atractivos para la inversión. Es probable que, cumplidas
ciertas condiciones –como un marco legal y político adecuado, un nivel aceptable de
estabilidad política y derechos de propiedad bien definidos–, los inversionistas extranjeros se
sientan atraídos hacia depósitos ricos en minerales.
En los últimos diez años, se ha hecho mucho por establecer marcos propicios para la
inversión minera, sobre todo en los países en desarrollo. En gran medida esto se ha logrado
gracias a la intervención del Banco Mundial. Lo anterior ha generado un importante flujo de
inversión, lo que crea nuevas oportunidades como también nuevos desafíos. Las
oportunidades incluyen el ingreso de divisas fuertes en economías donde éstas son escasas,