Crear un textoexpositivo sobre el impacto emocional y economico que el covid-19 ha tenido para su diario vivir.
Separenlo por introduccion, cuerpo y desarrollo.
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Riya Akter, 22, es una trabajadora de la industria textil. Cuando le preguntaron si tenía miedo de contraer COVID-19, respondió que el trabajo estaba en primer lugar y que debía hacerlo, de lo contrario, no tendrían para comer. Desempeña sus tareas laborales manteniendo la debida distancia social con las demás trabajadoras, puesto que las fábricas del sector de la confección retomaron sus actividades en medio de la pandemia de la COVID-19 en Dhaka, Bangladesh. Mayo del 2020. Fotografía: ONU Mujeres/Fahad Abdullah Kaizer
Los efectos de las crisis nunca son neutrales en materia de género, y la COVID-19 no representa una excepción.
En resumen
Las crisis económicas afectan más duramente a las mujeres. Esto se debe a lo siguiente:
Las mujeres suelen ganar salarios más bajos.
Las mujeres tienen menos ahorros.
La economía informal concentra un número muchísimo más alto de mujeres.
Las mujeres tienen menos acceso a la protección social.
Es más probable que las mujeres sean quienes deban ocuparse del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado y, por lo tanto, deban abandonar el mercado laboral.
La mayoría de las familias monoparentales son encabezadas por mujeres.
Para la madre soltera de Sudán del Sur, las medidas de confinamiento impuestas por la COVID-19 han provocado el cierre de su pequeña empresa que le permite alimentar a su familia.
Para la empleada del hogar en Guatemala, la pandemia significó dejar de trabajar y no recibir prestaciones por desempleo u otra protección.
Para innumerables mujeres en países con economías de todos los tamaños, además de perder los ingresos, aumentó de manera desmedida la carga de trabajo doméstico y de cuidado no remunerado.
Si bien todas las personas están enfrentando dificultades sin precedentes, las mujeres están soportando el peso de los efectos socioeconómicos de la COVID-19.
Las mujeres pobres y marginadas corren, incluso, un mayor riesgo de contraer la COVID-19 y morir a causa de la enfermedad, perder los medios de subsistencia y estar expuestas a más situaciones de violencia. A nivel mundial, el 70 % del equipo de respuesta inicial y profesionales de la salud está integrado por mujeres, y aun así, no están en pie de igualdad con sus colegas masculinos. En el 28 % de los casos, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en el sector de la salud es mayor que la diferencia salarial general por razón de género (16 %).
A continuación, mostramos cómo la COVID-19 está anulando los beneficios económicos conseguidos en favor de las mujeres en las décadas pasadas, a menos que actuemos ahora, y lo hagamos de manera deliberada.
El futuro de la brecha de género en relación con la pobreza
"En los últimos 22 años, los niveles mundiales de pobreza extrema venían disminuyendo. Luego apareció la COVID-19, que trajo aparejadas pérdidas masivas de empleo, la contracción de las economías y la pérdida de medios de subsistencia, en particular, para las mujeres. "Los sistemas de protección social debilitados dejaron indefensas a las personas más desfavorecidas de la sociedad, sin ninguna salvaguardia para capear el temporal", comenta Ginette Azcona, autora principal del último informe de ONU Mujeres From Insights to Action y especialista superior en datos e investigación de ONU Mujeres.
El aumento de la pobreza ocasionado por la pandemia también profundizará la brecha de pobreza entre los géneros. En otras palabras, más mujeres que hombres caerán en la pobreza extrema. Esto ocurre, en especial, entre las personas de 25 a 34 años, es decir, en su período productivo y de formación de la familia. En el 2021, se prevé que, en el mundo, habrá 118 mujeres de 25 a 34 años en situación de pobreza extrema por cada 100 hombres del mismo grupo etario, y este índice podría elevarse a 121 mujeres pobres por cada 100 hombres pobres en el 2030.
"El resurgimiento de la pobreza extrema como resultado de la pandemia reveló la seguridad económica precaria de las mujeres", añade Antra Bhatt, especialista en Estadística y coautora del informe From Insights to Action. "Las mujeres suelen ganar salarios más bajos y tienen empleos menos seguros que los hombres. A raíz del desplome de la actividad económica, las mujeres están particularmente expuestas a los despidos y la pérdida de los medios de subsistencia".
El trabajo remunerado de las mujeres y las empresas dirigidas por ellas serán los más afectados
Las mujeres están perdiendo sus trabajos. La pandemia y las medidas para prevenir su propagación están provocando un aumento desproporcionado de la tasa de desempleo de las mujeres (en comparación con los hombres), así como reduciendo su cantidad total de horas de trabajo.
En Sudán del Sur, Margaret Raman, una madre soltera con cinco hijas e hijos que vende frijoles y maní en un mercado local, perdió más del 50 % de sus ingresos, dado que las medidas de distanciamiento físico redujeron en gran medida la cantidad de personas que visitan el mercado.
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